“Queda demostrado que la adhesión a la Ley Micaela realizada mediante Ordenanza n° 37268, creando el Observatorio de Seguimiento y Capacitación en Género, que se ha reunido una o dos veces y que no funciona en momentos de pandemia, que es cuando más actividad debería tener por las condiciones de encierro en que se vive, no ha cumplido mínimamente con uno de sus objetivos: Capacitar en Género a su personal y sobre todo a aquellos que tiene una función política y con cierto poder en la estructura. Se ha dictado una ordenanza ‘pour la galerie’, sin la clara intención política de que se cumpla con el objetivo propuesto, sin personal calificado ocupándose de la capacitación permanente de los empleados”.
“Nuestra sociedad no puede permitir nunca más esas conductas machistas y mucho menos cuando provienen de un funcionario público que abusa de su cuota de poder y son amparados con el silencio de sus superiores, directos responsables políticos del cargo que un director detenta”.
“¡Basta de violencia de todo tipo y clase, y con mayor énfasis basta de violencia contra las mujeres!”.
