No hay ninguna autoridad policial que lo sostenga en público, pero hay un convencimiento al interior de la fuerza sobre la autoría del crimen que sacudió a la ciudad ocurrido el miércoles pasado en horas de la madrugada. “Eso es lo que se escucha acá adentro, no existe un tercer hombre implicado en este suceso”, dijo la fuente.
Es que el menor, que fue entregado por efectivos de la comisaría 7º (La Bianca) en sede judicial. Delante del juez, el menor sostuvo que estuvo en la escena del crimen pero que el no había sido al autor de las heridas mortales sino que fueron cometidas por otra persona que también estaba presente en ese momento. Pero no dio mayores detalles sobre el supuesto autor del homicidio.
El miércoles por la mañana, el cuerpo de “Pinino” Balbi fue encontrado por sus padres desnudo sobre una cama y con heridas mortales asestadas por un arma blanca sobre su espalda y cuello. El locutor había llegado a su casa, un bungalow construido en inmediaciones de La Bianca, acompañado por una o dos personas luego de haber efectuado llamadas telefónicas desde el celular y una cabina telefónica, y de recorrer la zona céntrica a bordo de un Gol gris de su propiedad.
Desde un primer momento, el joven de 20 años expresó que había un tercero involucrado en el hecho. Por ese motivo, Garay decidió no encarcelarlo y espera que la policía acerque más detalles que aporten al esclarecimiento del hecho. Aún restan sumar a la causa los resultados de los análisis de sangre encontradas en el bungalow, huellas dactilares y muestras de cabello.
Además, se esperan los resultados del examen de las llamadas telefónicas efectuadas a través del celular de Balbi. Uno de los elementos que faltaba en el lugar fue justamente el teléfono móvil. El otro es un cuchillo tipo “Tramontina” que no se encontraba entre el juego de cubiertos del bungalow. Y esa es, aparentemente, el arma utilizada por el homicida.
La situación del canillita podría aclararse o complicarse definitivamente a partir del resultado de los análisis que espera el juez. Hasta ahora, las únicas huellas dactilares encontradas en la casa son las suyas.
