El comisario ratificó que el menor señaló en sede tribunalicia que “estuvo en el lugar de los hechos”. También expresó que “los aportes que él hizo de la otra persona coincidieron, hemos trabajado toda la noche, pero no dimos con esa persona”.
Consultado sobre si la persona a la que se busca fue la receptora del llamado telefónico, respondió que “es posible pero no lo pudimos determinar, lamentablemente seguimos trabajando para ver si lo podemos corroborar”.
Respecto del testigo, el encargado de la jefatura señaló que se trata de una persona “imputable”, y confirmó que tiene una discapacidad determinada: “creo que es epilepsia”. No está detenido pero se encuentra en sede judicial. Si bien no hay argumentos legales para impedir que se vaya porque el juez aún no decretó su detención, se encuentra preventivamente “colaborando” con la Policía. “Nosotros cumplimos lo que el juez nos dice”, dijo Pereyra.
Su situación es complicada. “Estuvo presente, las huellas coinciden en la casa. Tenemos una huella que es muy coincidente con la de él. Esto corroboraría que estuvo en la cena, no es un hecho probatorio que haya ejecutado la muerte”, señaló. Pero también agregó que hay otra huella digital en el auto que no coincide.
De la tercera persona, la máxima autoridad policial del departamento sostuvo que “estaría en Concordia pero dice que no lo conoce muy bien tampoco, ese es otro inconveniente. Lo conocía de vista, no da precisiones sobre el homicidio ni la identidad tampoco”.
También corroboró que los investigadores cuentan con restos de cabellos. “Hay cabellos que pertenecían al occiso y otros que no. Tenemos que cotejar con el resto”. Pereyra también expresó que no basta con la confesión del hecho para esclarecer el crimen. “La confesión no es un elemento de prueba, toda confesión no es un elemento de prueba, toda persona tiene derecho de defensa. Aparte el no se ha incriminado, dijo que otra persona cometió el hecho”.