Mientras el reclamo social de justicia por Alanis se vuelve cada vez más fuerte y esta noche se manifestará en una marcha con velas blancas hasta plaza 25 de Mayo, dos fuentes judiciales con acceso a la causa coinciden en que “hay que cuidarse doblemente que nos tiren carne podrida”.
A la fecha los verdaderos autores del hecho no han sido detenido y esto no guarda relación con la falta de investigación sino todo lo contrario; lo que ocurre es que la Fiscalía a ordenado medidas en base a varias pistas que acabaron en la nada, o como ya hemos visto, detenciones de personas que no tenían relación con el homicidio.
Ante estos episodios, vale aclarar que en un Estado de derecho, lo que corresponde hacer cuando una persona está detenida sin prueba en su contra, es liberarla. Que en un Estado de derecho, los acusados son inocentes hasta que se demuestre lo contrario, y la forma de demostrarlo es con prueba. Y el caso de Esteban Alanis, ya lleva en su haber tres detenidos que luego resultaron no ser los autores del homicidio, mientras los verdaderos autores siguen libres.
En este aspecto vale la aclaración que por pedido especial de la Fiscalía, y en función de no entorpecer la investigación, DIARIOJUNIO no dio precisiones sobre los diversos allanamientos que se han realizado desde la noche siguiente al homicidio, y que aún se siguen realizando en base a la tercera línea de investigación.
Se realizaron además pruebas periciales que dieron como resultado objetivo que todos los sospechosos hasta la fecha no guardaban relación con la causa, a excepción de una de las hipótesis primigenias que aún no pudo ser confirmada con el grado de certeza suficiente para ordenar la imputación.
A contramano de esta política parece estar la lógica de la fuerza policial, que al igual que ocurrió con el caso Buchanan en Federación, salió rápidamente a buscar culpables. Como quien sale “a cazar” para usar palabras del defensor penal de los imputados en esa causa.
El rol de la prensa oficial de la policía
La mañana siguiente al homicidio de Esteban Alanis, la Jefatura de Policía de Concordia envió una gacetilla en la que luego de describir el hecho, se menciona que a raíz del testimonio de un vecino, se dio con los dos jóvenes de 19 y 21 años que fueron interceptados en moto, cuando ambos portaban armas de fuego. Poco después de publicada la información, el propio fiscal que investiga la causa negó que esa detención derivara de la información aportada pro un testigo.
Esos dos detenidos fueron desvinculados rápidamente de la causa por el resultado objetivo de las pericias balísticas, que confirmaron que la bala que le dio muerte a Alanis no fueron disparadas con ninguna de las dos armas que portaban al momento de la detención.
El domingo pasado, nuevamente la policía presentó al presunto autor del homicidio de Alanis, al enviar las fotos de la detención de este menor de 17 años, que ayer fue liberado por no haber prueba alguna que lo vincule con el hecho.
Ahora, la Fiscalía sigue avanzando en la tercera línea de investigación, y si bien Guerrero no quiso dar precisiones, otras fuentes judiciales aseveran que: “hay que cuidarse el doble para que no nos tiren carne podrida”.
No es necesario aclarar que estamos jodidos si la policía en vez de buscar culpables busca a quien culpar y que esta practica que parecía desterrada, vuelve a reaparecer en cada caso donde la sociedad comienza de demostrar su descontento con el sistema judicial.
Y así como por un lado un menor tuvo que soportar estar guardado dos días por equivocación, la familia de Alanis va perdiendo con cada nueva liberación o desvinculación de la causa, una pizca de esperanzas en la justicia. Lo que sigue a eso a la pérdida de esperanza y de confianza en el sistema judicial, es la justicia por mano propia. Cosa que ya se ha manifestado en algunos foros y que si se hiciera práctica, solo podemos esperar una tragedia.