La columna, que se extendía a lo largo de una cuadra y se estima reunió a cerca de 600 personas, partió de plaza Urquiza a paso de hombre. Silenciosamente, los vecinos caminaron a lo largo de calle Urquiza hasta llegar a 1º de Mayo. Allí dieron la vuelta a la plaza principal. Encabezaban la manifestación familiares de Alanís y de Marcelo “Peje” López, asesinado el 9 de febrero en el barrio Tiro Federal, caso por el cual hay tres personas detenidas. Muchos carteles identificaban a los presuntos victimarios y exhortaban a jueces y fiscales a adoptar una actitud más expeditiva con los delincuentes. También hubo familiares de Juan Soto, un conductor de remisse de 43 años quien murió de un disparo en la cintura, tras una pelea en un bar en el barrio Pompeya en noviembre pasado.
Detrás marchaban conocidos de las víctimas y muchos vecinos de Concordia, preocupados por los hechos delictivos que ocurren a diario. Por ello, una de las pancartas enarboladas era enfática en el pedido. “Basta de inseguridad”, rezaba. Uno de ellos, que no conocía a Alanís, comentaba “esta vez se les fue la mano: antes asaltaban pero ahora mataron. Esto nunca había pasado”, señaló.
La manifestación se detuvo en la puerta de la Jefatura de Policía. Luego de esperar varios minutos y de reclamar a viva voz la presencia de alguna autoridad judicial o policial, cerca de las 22, Mendoza salió del edificio para dialogar con los vecinos. Delante del padre y la madre de Alanís, relató los procedimientos investigativos que se llevaron a cabo. Luego de recordar que la Justicia dejó en libertad a dos jovenes que, en un principio, se pensó que tenían relación directa en el homicidio, sostuvo que están trabajando en una línea investigativa.
En esa línea, el jefe de Policía informó que hoy se llevaron a cabo 11 allanamientos en el barrio Fátima II, se demoró a varias personas y se secuestraron elementos de interés para la causa como armas de fuego que deben ser peritadas. Algunas coinciden con la utilizada en el asesinato pero no aseguró que se haya dado con la efectivamente utilizada en el crimen.
Por otra parte, Mendoza exhortó a quienes fueron testigos a que acudan a la Justicia. “En el lugar del hecho había mucha gente y sólo tres personas se acercaron y prestaron testimonio de poder evidenciar quien fue el delincuente que cometió el hecho”, señaló. Incluso, dijo que pueden acercarse a la fiscalía, bajo reserva de identidad, para dar mayores garantías. No obstante, algunos de los presentes sostuvieron que nadie se acerca por miedo. “Miedo es una palabra que no hay que tener. Acá hay un deber cívico”, respondió Mendoza.
La movilización posteriormente se dirigió a Tribunales. La intención de los manifestantes era dejar las velas en la vereda como un mensaje sobre el malestar existente con los jueces y fiscales. De hecho, muchos manifestantes sostenían que la inseguridad no se debe a la tarea de la Policía sino a la de la Justicia. “Los delincuentes entran y salen enseguida”, era una de las consignas más repetidas entre los participantes.
