Mori fue condenado a tres años de prisión; Morard a dos y cuatro meses, y Sola, a dos años. Pero las penas no son de cumplimiento efectivo, porque ninguna excede los tres años. Asimismo, ninguno podrá volver a ejercer cargos públicos de por vida y deberán cumplir tareas comunitarias. “No hay represalia o venganza en la pena. La pena no es para castigo”, dijo el presidente del tribunal citando a filósofos antiguos y modernos. “No hay chivos expiatorios”, agregó García.
El fallo no hizo referencia alguna a un resarcimiento del dinero al Estado, lo que quedó como una deuda pendiente del juicio. El lunes próximo se conocerán los argumentos del fallo del tribunal.
El presidente del tribunal destacó el trabajo de las defensas de los imputados, pero afirmó que plantearon “falacias o errores argumentales”, en su afán defensivo y dijo que “no lo hicieron por equivocación, sino como una estrategia”. García reconoció que Mori actuó como “mentor” del fraude, mientras que Morard y Sola fueron “coautores, en tanto fueron quienes pergeñaron la manera que conseguir los ATN para una obra solidaria utilizando una firma que no existía, como Aciser”. En ese sentido, el tribunal reconoce que el hecho no se hubiera podido llevar a cabo sin la coautoría de Morard y Sola.
Por último, el tribunal decidió que los tres condenados deberán realizar tareas comunitarias: Mori deberá cumplir tareas de cuatro horas semanales por cuatro años en la cooperadora del Hospital San Roque, mientras que Morard y Sola harán lo propio en el Hogar Ángeles Custodios. La ex concejal lo hará por dos años y cuatro meses, mientras que el ex tesorero de Aciser deberá cumplir tareas por dos años.
