Casi la totalidad de los 12 mil trabajadores del arándano lo harán para subcontratistas

EL NEGOCIO
El productor y a los efectos de sacarse de encima el problema laboral, contrata a estas empresas eventuales o mal llamadas cooperativas que “venden” el servicio de la cosecha, en rigor, subcontratan trabajadores que son los que hacen el trabajo.
Según lo afirmado a DIARIOJUNIO por esos “empresarios” el productor les paga por cada jornal, entre $ 105 y 150.-
A su vez, esta empresa eventual le paga al trabajador por jornal $ 54,60 para que coseche un promedio de entre 15 y 20 kilos de arándano por día. Con la diferencia de dinero entre lo que cobra de manos del productor por jornal y lo que efectivamente le paga al trabajador, el “cooperativista” o “empresario” debería pagar, transporte, aportes sociales (ART, Jubilación, etc) y seguros. Todo lo cual representaría alrededor del 25 %. El resto de la torta queda para el subcontratista.
Un dato que conviene incorporar es que la AFIP acaba de descubrir que uno de estos subcontratistas había evadido más de $ 800 mil. y tenía varios cientos de trabajadores en negro y reclutó el año pasado más de 500 personas.

LA LEY
La ley es muy clara al establecer que “los trabajadores que habiendo sido contratados por terceros con vista a proporcionarlos a las empresas, serán considerados empleados directos de quien utilice su prestación”, esto es, el dueño de la quinta, el productor.
Esta disposición, que tiende a imposibilitar la interposición tramposa y fraudulenta, precisa en forma directa que todas las obligaciones, deberes y cargas de la relación contractual, incluso las cargas de registros, es co-responsable la empresa usuaria de los servicios contratados. La pregunta es si el Organismo de control (Dirección de Trabajo), exige a estos el cumplimiento de la ley. ¿Son cumplidas las sanciones económicas por el fraude laboral que cometen estas empresas de servicios?

EL TRABAJO DE MENORES DE EDAD
“Este año son muchos los gurises que van a trabajar en el arándano, como todos los años. La edad oscila entre los 14 y 18 años. Este año de cada 10 que vienen a inscribirse 3 tienen esa edad”, nos dice el responsable de una empresa de servicio que recluta 450 trabajadores. El delegado de la Dirección Provincial del Trabajo, seccional Concordia, José Giles, admitió días pasados que “preocupa y alarma, la cantidad de menores de entre 14 y 17 años que son autorizados por sus padres para trabajar en la cosecha del arándano. Por día, se labran de 7 a 8 solicitudes”.
Balla, a propósito de esto expresó que “hemos planteado este serio problema en el seno del Consejo Federal. Si bien hay permiso por parte de los padres a trabajar, esto perjudica en cuanto a la continuidad en la escuela del chico. Hemos tenido reuniones con el CGE, inclusive han ido a hablar con el propio intendente, sobre esta problemática. Junto al CGE en los próximos días saldremos a toda la provincia a plantear este problema. Se nos hace muy difícil controlar esto”.
Este año, alrededor de 1.500 menores van a trabajar en la actividad, según estimaron 7 empresas de “Servicios Eventuales” consultadas por este diario. “A ellos no les interesa estar en “blanco”. Por eso, tenes que conversarlos antes por si tenes una inspección. Si va un inspector “rajan, son lo más parecido a un cohete”, ilustra el empleador de una de las empresas de servicios consultada.

CONTROLES DEL ESTADO
Un dato : para la cosecha 2007, de acuerdo a testimonios aportados por empresas de servicios y los mismos productores, se utilizaron alrededor de 7.000 personas.
José Giles, encargado de la Dirección Provincial del Trabajo en Concordia, había afirmado a DIARIOJUNIO (el mes de febrero pasado), que “la mano de obra empleada por la cosecha del año 2007, fue de 3.954 personas registradas en “planillas de horario de trabajo” que establece el artículo 6 de la ley 11.544”. La propia Dirección de Trabajo, en procedimientos realizados en distintos establecimientos, registró que más del 40% de los trabajadores empleados en la cosecha anterior, no acreditaban la inscripción laboral, ART y seguros. Reconociendo el funcionario que “los peores casos son los trabajadores que contratan las “empresas de servicios”, dijo.
Esto muestra de alguna manera, la deficiencia en el control y castigo a este fraude por parte del Estado.

BALLA
Oscar Balla, admite estas disposiciones, y nos dice “el año pasado se lo planteamos a la Cámara de arandaneros. Nosotros hacemos relevamientos y si encontramos trabajadores no registrados, sancionamos a la empresa y cobramos la multa. A veces se nos hace difícil controlar, porque no conocemos bien el lugar, sería importantísimo que colaboren con las inspecciones dado que son solidariamente responsable de ese trabajador”.
En cambio, el secretario general del gremio de la fruta, Alcides Camejo, contradice lo expresado por Balla: “el gremio acompaña a los inspectores de la Dirección del Trabajo a hacer los controles., pero cuando las actas de infracciones llegan a las manos de sus superiores, lamentablemente las actas se pierden. Hablo con conocimiento de causa. Fuimos a la oficina del Director de Trabajo y encontramos un expediente que estaba archivado con una multa de $ 48.000, a Salto Chico de la Cooperativa Trabajadores UnidoS, perteneciente a un ex integrante de este sindicato, amigo del poder. Hay más de cien inspecciones hechas, jamás nos comunicaron como estaban los trámites de esos expedientes y si se cobraron esas multas o no, a pesar de solicitarlos hasta con notas”. También nos dice Camejo que “hay empresas como “Don Alejandro”, a las que jamás le hicieron inspecciones. Como también hay empresas como Blueberries que son imposibles ingresar a hacer un control”. El dirigente imputa a la Dirección de Trabajo Provincial, que “hubo varias constataciones de fraude laboral a amigos del poder que no le han hecho nada. Nuestro gremio le esta pidiendo al gobernador Urribarri (Sergio) que por favor nos atienda, para que nos de una solución y trabajar juntos seriamente en el tema del arándano”.
Consultado el director responsable del trabajo provincial sobre esta grave denuncia, minimizó la misma y sostuvo que “no es cierto lo que dice Camejo. No tenemos infracciones sin cobrar. Todas las multas las cobramos, si no se puede cobrar por los medios que corresponde, la Dirección tiene asesores que están autorizados por Fiscalia de Estado a cobrar las multas. No lo tengo presente a Camejo, si lo tenía a Medina”.
Además aclaró que “nunca tuvimos problemas en controlar a la empresa Blueberries”.
Para finalizar, acumulamos a lo largo de mucho tiempo tantos anuncios del gobierno contra el trabajo «en negro» como fracasos. Si para algo sirven estas frustrantes experiencias es para demostrar que en este tema lo complejo no es anunciar bajar el índice del trabajo en negro, sino acertar en los instrumentos de control. En tal sentido, para no seguir equivocando el camino, es clave entender la complejidad contra lo que se está luchando.

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