Según Basaldúa, Presidente de FARER y de la Rural de Victoria, en las Islas de Victoria quedan unas 30.000 cabezas “en los albardones, animales que esperamos sacar en los próximos días”. Agregó en diálogo con diario El Día, que se trata de “hacienda de cría e invernada liviana. Los gordos ya fueron sacados y mandados directamente a faena”. Actualmente, dijo “estamos trabajando con siete barcazas con capacidades que oscilan entre las 60 y 250 cabezas y el costo de esos fletes fluviales anda entre los 1500 y 4000 pesos”.
La falta de campos para ubicar la hacienda es todo un problema. “Las lluvias han provocado un retraso en la cosecha de maíz. Nuestra intención era liberar rastrojo y mandar la hacienda a los campos una vez terminada la trilla, pero la misma se ha demorado considerablemente, así que el panorama no es el mejor, además con los valores de los arrendamientos se están dando algunos abusos”.
Más complicado que Victoria se encuentra la zona de Diamante “unas 60.000 cabezas están en las islas y son muy pocas las barcazas que allí operan y escasos los lugares en donde desembarcar”.
En la zona de Islas de Entre Ríos desde La Paz hasta Ibicuy antes de la subida de los ríos se encontraban unas 860.000 cabezas “y todavía no tenemos una evaluación de las pérdidas. Sabemos que se han producido muchas muertes”.
El pico de la creciente se aguarda para dentro de diez días con cinco metros en Victoria. “Estimamos que las aguas se van a mantener por un tiempo prudencial (entre 60 y 90 días) y cuando comiencen a bajar lo va a hacer muy lentamente. Esto nos indica que el pasto se va a comenzar a recuperar en julio y que en septiembre podremos volver con los animales a las Islas”.
Como acotación, vale la pena destacar que por la expansión de la frontera agrícola (soja) la ganadería se ha visto arrinconada a campos, bajos, semibajos y en las islas.
