Casañas dice: “Hay formas y formas de expresarnos y es también la calidad de lo que expresamos lo que nos ayuda a ser más nación y menos rebaño.
Los pueblos originarios y los pueblos que han venido a habitar este bendito suelo argentino van logrando definir y construir nuestra patria. Nuestra ciudad nace tras el caos y es la esperanza de unión, de paz, de concordia…
Por cierto que no ha sido fácil la integración. Y la historia no tiene solo buenos momentos. Pero se ha logrado. Tenemos que unirnos para defenderla, nutrirla y condenar los intentos por socavarla.
Por eso en estos días es recomendable leer un libro escrito por un concordiense. Su título es «Vigder y los hunos». Es un canto a la esperanza, una lección de humanidad, una historia de vida que enseña a superar las dificultades y a valorar muchas cosas.
Es una buena manera de responder a estas agresiones a todos. Una respuesta con nombre y apellido, con varios mensajes de esperanza, amor y paz. Sergio (Zami) Oppel reconstruye la vida de su papá Victor Marcos Oppel y la de su tío José, quienes venían de un campo de concentración (Auschwich) y supieron encontrar en Concordia el lugar para que su humanidad sea reconocida.
Ayuda además a revalorizar nuestra ciudad. No solo para evitar enchastrar tontamente las paredes con odios demenciales sino de ir mas allá, para encontrarnos con mensajes que nos ayuden a progresar como personas, comunidad y ciudad. Vale la pena leerlo y releerlo. Atrapa desde sus primeras páginas. Nos trae la imagen de este buen hombre que no esta físicamente pero en su legado nos honra e invita superarnos con la sencilla receta de fe, trabajo y voluntad (que recíprocamente nos debemos recordar). Lo otro que representa lo peor del ser humano no se taparan con mas pinturas, se superan con moral, historia, justicia y fundamentalmente con memoria.
Concordia significa «con el corazón». A veces nuestro propio vecino nos tiende ese corazón para corregir nuestros propios errores. Mientras algunos desde la tozudez necesitan tiempo para saber si la Shoa existió nosotros necesitamos en forma urgente reparar las heridas y no volver a repetir los horrores de un pasado que de vez en cuando aflora y nos vuelve a denigrar.
Ante una crisis mundial la salida no es la locura asesina, sino el legado de San Martín, Artigas, Belgrano y de nuestros propios padres: unirnos, sacrificarnos y respetarnos. Tenemos páginas más gloriosas que las del odio, el desprecio, la desaparición y el asesinato. A condenar unas pero a repetir las glorias de nuestro pasado. Hay concordienses que saben y nos han demostrado expresarse con talento, sabiduría y en beneficio de todos y en esa simpleza son mas útiles que aquellos guerreros del odio. Ya tenemos suficientes miserias como para importar otras. La historia y las obras grandes no se hace con muerte se hace con vida. ¡Concordia esta para cosas mejores que avergonzarnos de nuestras propias paredes! No nos dejemos caer en esa tentación”.
