El ex sacerdote fue condenado en septiembre del 2017 por los jueces María Angélica Pivas, Roberto Javier Cadenas y Darío Ernesto Crespo a 25 años de prisión por cuatro hechos de abuso y corrupción de menores mientras era sacerdote de la parroquia San Lucas Evangelista de la localidad de Lucas González, del departamento Nogoyá. No obstante, la condena aun no está firme y Escobar Gavriria espera la sentencia definitiva en la Unidad Penal Nº 5 de Victoria a modo de prisión preventiva por el riesgo de fuga.
La primera denuncia la realizaron en noviembre de 2016 dos religiosas de la localidad entrerriana de Lucas González, que afirmaron que el ex cura "encerraba a niños de entre 11 y 12 años en dependencias de la iglesia" donde "cometía los abusos". Tras ello, Escobar se ausentó del lugar y su paradero fue desconocido hasta que días después se entregó a la Justicia y dijo que estaba "en un retiro espiritual en Rosario". Ese mismo año, el arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari, le ordenó que dejara su función, abandonara San Lucas y le abrió una investigación diocesana.
En el juicio que se inició un año más tarde, una de las víctimas declaró que era abusado "al menos dos veces por semana y durante casi dos años en la habitación del sacerdote, en el primer piso" y también cuando "hacían viajes, en el vehículo del sacerdote". Luego, otro denunciante afirmó que "hubo un intento de abuso, también en esa habitación, pero pudo empujar al cura, tras lo cual se fue de la Iglesia y nunca más volvió", señaló la causa.
