Casa de la Paz: El defensor general de la provincia advirtió sobre el riesgo de estigmatizar a los menores

En diálogo con DIARIOJUNIO, Benítez, que comenzó su carrera judicial como defensor de menores de Concordia, lamentó lo ocurrido el pasado domingo y afirmó: “La verdad que no podemos decir que estas cosas llaman la atención porque ya después de los actos de justicia por mano propia que ha habido en el país no podemos decir que esto llamea la atención lamentablemente lo que se tiende a decir”

 

En este sentido, el funcionario aclaró que “cuando se aloja a un niño de esas condiciones en una residencia justamente se lo hace para tratar de insertarlo en la sociedad y no para estigmatizarlo, porque este tipo de señalamientos en realidad termina estigmatizando a los chicos que tienen que tratar después de reinsertarse en la sociedad”

 

El porcentaje de delitos cometidos por menores es ínfimo

 

Tratando de desmantelar algunos mitos fuertemente instalados, el defensor general del Superior Tribunal de Justicia de la provincia apuntó que “El delito cometido por menores de edad es ínfimo en relación a los delitos cometidos por personas mayores, independientemente que sería mejor que los delitos no los cometa nadie, pero si el temor de la gente pasa por los menores es importante señalar que las estadísticas demuestran que es ínfima la incidencia de los menores en la cuestión delictiva”

 

Para Benítez, “En realidad la sociedad está sufriendo un bombardeo impresionante sobre el tema inseguridad que no se compadece con los índices de delitos que tenemos en nuestro país; Argentina está en 5.4 homicidios por cada 100.000 habitantes, es un índice inferior al de los Estados Unidos y es mejor que la mayoría de los países de Latinoamérica; En argentina la mayor cantidad de casos de homicidio no son fruto de robos u otros delitos relacionados con la inseguridad, sino que se da entre personas que se conocían previamente” es decir que la causa suele ser más la cultura violenta de resolver conflictos, más que a intentos de robo.

 

“Sin embargo –analiza el defensor- la sensación que llega a la gente es algo muy distinta a lo que nos dicen las estadísticas y hablo de estadísticas realizadas por organismos internacionales; donde por ejemplo Nueva York tiene más homicidios cada 100.000 habitantes que la Republica Argentina, san francisco tiene 8.4 homicidios cada 100.000 habitantes mientras nosotros tenemos 5.4.”

 

El que se quema con leche ve la vaca y llora

 

“En esto de la seguridad no hay una medida -asegura-, son muchas las medidas que se tienen que tomar, muchas de las cuales se han ido tomando; porque esto de la inclusión de que haya mas escuelas y más oportunidades evidentemente mejora los índices y además lógicamente eso no quita que además de incluir haya una acción preventiva eficaz de la policía y conforme lo determinan las leyes y la constitución nacional”

 

El letrado estima es probable que la aversión de los vecinos, testimonios del pasado, al señalar que; “rara vez ha ocurrido eso de que los chicos se escapen de la residencia para robar en las casas vecinas, al menos en los últimos tiempos. A lo mejor cuando no existía la ley 26061 y los chicos pasaban más tiempo en el hogar que era cuando estaba en calle Sarmiento y J.J. Paso, donde ahora está Fortalecimiento Social; ahí estuvo muchos años el hogar Casa de la Paz, pero en esa época las internaciones eran por mucho más tiempo y había mayor cantidad de chicos internados. Ahora hay menor cantidad de chicos también porque ha disminuido la cantidad de delitos cometidos por menores en relación a lo que ocurría en la segunda mitad de la década del noventa que fue cuando me toco a mi ser defensor de menores en Concordia”.

 

 

Recuperación y reinserción

 

En cuanto a los planteos de algunos vecinos de que el hogar se  traslade a las afueras de la ciudad, el defensor opinó que “el hogar Casa de la Paz, después de haber estado en calle Sarmiento, se alquilaron algunas quintas, yo recuerdo una en villa Zorraquin y después se trasladó a una quinta que está en Villa Adela y la verdad que la experiencia de esos lugares fue a mi entender fructífera con respecto al tratamiento de los chicos, porque tenían huerta, cultivaban, tenían animales y favorece mucho a su recuperación, pero por otro lado, debemos discutir que tan posible será esa reinserción social, si la sociedad sigue profundizando un prejuicio que estigmatiza al niño y va en contra de su inclusión a la sociedad”

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