En su visión, la Justicia “no resuelve en función de un interés electoral, sino de la aplicación de la ley, no importa a quién favorezca y a quien dañe”. Sin embargo, reconoció que existe “una sensación de distancia” entre el Poder Judicial y los ciudadanos.
Carubia destacó también que el 2008 ha sido “trascendente en la labor de la Justicia por la reforma (de la Constitución provincial), la reforma del Código procesal civil (Cpc) y del Código procesal penal (Cpp)”. “Las dos primeras ya están en vigencia y la otra sancionada pero no vigente. Estamos trabajando para su implementación”, agregó.
Luego, indicó que estas variaciones han producido “cambios importantes en la estructura del Poder judicial y la forma de encarar los procesos en materia civil. Ni hablar con la nueva Constitución y la sanción de nuevos derechos”, subrayó.
A renglón seguido, anticipó que serán “profundas” las alteraciones que se darán en el sistema penal, que pasará de un sistema inquisitivo, donde investiga el juez de instrucción que además garantiza los derechos del acusado, al acusatorio, donde la marcha de la acusación estará en manos de fiscales especializados, por ejemplo.
Tal es la importancia de esto que estimó que será el “objetivo institucional” del 2009 para el STJ. La ley respectiva fue aprobada hace más de un año, pero no ha entrado en vigencia. “Se trabaja fuertemente en la consecución de los presupuestos necesarios y en la diagramación de la estructura funcional que requiere. Hay problemas edilicios, inclusive. Se ha decidido implementarlo progresivamente, comenzando por Concordia y, a partir de allí, avanzar en las demás jurisdicciones. Esperemos que se pueda lograr para mediados de año”, estimó.
El presidente del STJ destacó que en el texto constitucional que comenzó a regir en noviembre hay institutos que son “directamente operativos, que ya se están aplicando y donde habrá que adecuar la forma de trabajar para aplicarla de inmediato” y otras que requerirán “la reforma de las leyes orgánicas. Tengo entendido que ya hay varios proyectos en trámite legislativo en este sentido. No conozco todos los proyectos, pero creo que están avanzando”, expresó.
Con respecto a la facultad de iniciativa legislativa que la nueva Constitución le otorga al Superior Tribunal para asuntos de su funcionamiento, Carubia precisó: “Hay varias inquietudes para provocar iniciativas de legislación, pero aún no se ha decidido nada. Es muy poco el tiempo que ha regido la Constitución, estamos recién acomodando nuestro proceder”.
Luego, destacó que la Justicia ya hizo efectivo el mandamiento constitucional sobre la libertad condicional, que estaba en manos del Superior Tribunal según la Constitución del ’33 y que ahora fue dejada en el ámbito de los jueces de ejecución de penas. “Creemos que son los que en mejores condiciones están para evaluar la posibilidad del otorgamiento de este beneficio. Esto le da la posibilidad de una segunda instancia ante el Superior en caso de que la resolución no satisfaga a las partes”, dijo Carubia en declaraciones a esta Agencia.
Asimismo, puso el ojo en la gran cantidad de suplentes que existen en los tribunales y dependencias inferiores de la Justicia. “Son– entendió – los problemas que ha generado la derivación de las designaciones al Consejo de la Magistratura. Esto tiene sus beneficios y sus contras. El proceso de selección puede ser más seguro y más confiable pero más lento, lo que ha generado demoras, además de lo que tardan los concursos, al momento de tratarse los pliegos de acuerdo en el Senado. Están retrasados, demasiado para mi gusto”, apuntó, destacando que “sin duda” es necesario mayor agilización del mecanismo.
El presidente del Alto Tribunal dijo que es “muy difícil” hacer un balance de los 25 años de democracia ya que el período genera “sentimientos encontrados”. “En algunos aspectos se ha avanzado mucho y se ha consolidado el sistema y en otros pareciera que estaríamos un poco estancado en nada más que la posibilidad de acceder al poder a través de la elección popular. Las virtudes de la democracia no parecen haberse afincado demasiado en el sentir del pueblo”, abundó.
Carubia destacó, por otro lado, la relación institucional con el poder político provincial en este año que lleva la administración de Sergio Urribarri al frente del Ejecutivo. “Ha sido muy buena. Hemos tenido un diálogo muy fluido, con algunas dificultades como siempre sucede”, estimó.
El magistrado manifestó su presunción de que alguno de los nueve integrantes del cuerpo pueda dejar su lugar durante el 2009. “Algunos de los colegas están entusiasmados con la posibilidad de acceder a la jubilación. Hay algunos que ya están en condiciones de hacerlo y es probable que se vayan retirando”, expresó.
En el plano personal, sostuvo: “Me imagino (en el Superior) todo el tiempo que pueda. Me falta un tiempo para jubilarme y no tengo pensado retirarme cuando se den las condiciones. Tampoco abandonar la función”. Para el día después, descartó la política: “Nunca me tentó. Creo que no tengo espíritu de político y que soy un técnico del derecho”, alegó.
Finalmente, sostuvo, entre risas, que su objetivo personal es “que termine el 2009 y volver a la vocalía”, descartando una nueva elección al frente del cuerpo (completará con el actual tres mandatos en forma consecutiva o alternada).
El motivo el alejamiento, que se producirá en la renovación de cargos de diciembre del próximo año, es que la Presidencia del STJ constituye una tarea “agotadora que no me deja espacio para lo personal y lo familiar. Ni siquiera a veces para desarrollar estudios que quisiera”. La carga administrativa “es demasiada y aleja de lo jurisdiccional que es lo que particularmente me gusta. Prefiero estar haciendo sentencias que actos protocolares”, remató.
Fuente: APF
