Carta de Lectores sobre Educación

¿Por qué pensé que informaba sobre otro hecho? Porque la asociación no es de escuelas confesionales exclusivamente, si no que agrupa tanto a confesionales católicas, confesionales de otros credos y no confesionales. Estas últimas, las no confesionales, son muchas más de las que seguramente vos te imaginas. Las hay nacidas de grupos de padres, de clubes (en Gualeguaychú sobre todo han nacido varias en los últimos años), de cooperativas, etc. En fin, me parece que no todo se reduce, a lo confesional. Si lo sabré yo, que en la propia comisión directiva tengo amigas y amigos de otros credos y de escuelas no religiosas, que tienen una polenta bárbara y con quienes da gusto laburar. Y ellos también influyen y mucho sobre nuestras acciones.
En fin, te sorprendería también saber que nosotros queremos laicidad, entendida como un Estado plural que respete todas las identidades y que propicie que tanto vos como yo, aún pensando distinto, tengamos opciones educativas afines con nuestra identidad. Al Estado le reconocemos un rol que no es nada despreciable: debe autorizar y supervisar todas las escuelas, garantizando la unidad del sistema, a la vez que respetando idearios diferentes.
En la asociación confluyen identidades muy distintas (católicos, adventistas, luteranos, gente sin ningún credo, miradas políticas distintas). Nos une el deseo de recuperar la educación, y para eso hay que facilitarle las cosas a todo aquel que tenga tanto las competencias necesarias como la vocación, el gusto, por enseñar, y que lo haga con seriedad, sin que nos determine si coincide o no con la manera de pensar de uno. También hay que facilitarle las cosas, estimular, a quien se atreve a abrir escuelas en barrios excluidos, donde ya nadie quiere ir.
En fin, hay muchas otras cosas que merecen una mirada abarcadora. Por ejemplo, a nosotros nos parece que si el Estado no asiste con recursos a las escuelas nacidas de la iniciativa social, la libertad de elegir (que está consagrada como un derecho humano en todos los grandes tratados, declaraciones, etc.) se convierte en privilegio de familias ricas y el derecho a fundar establecimientos lo monopolizan las empresas lucrativas. Vale tenerlo en cuenta.
Te mando un abrazo y disculpá la perorata, pero sentí la necesidad de aclararte algunas inexactitudes en la presentación de la noticia. Además, sé que te mueve el mismo deseo de verdad que a mi, y eso alcanza y sobra para tender puentes.
Un abrazo.
Osvaldo A. Bodean

N/R : En esta carta Osvaldo no menciona la cantidad de escuelas confesionales y no confesionales que existen en esa asociación. Un elemento central en nuestra opinión

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