Somos súmamente cuidadosos de la unidad partidaria. Esa unidad no puede estar basada en los permanentes atropellos a la representatividad, la legitimidad, la equidad y la voluntad de la militancia. Ellas son la base indispensable de un partido político moderno, sin ellas la organicidad partidaria se ve vaciada de todo contenido político. A lo largo de su historia el Radicalismo ha encontrado razón de existencia en la formulación de su proyecto político. Éste se ha sustentado en la riqueza de su bagaje doctrinario y en sus mejores tradiciones de largas luchas democráticas contra el Régimen. Sin una clara afirmación de su identidad y de ese capital simbólico no hay Proyecto Político soberano posible. Sólo quedarán las constantes incoherencias que hoy se exhiben, que no hacen más que dividirnos y excluirnos a los militantes y alejan al Partido del pueblo al que debería representar.
Por tales motivos no convalidaremos las alianzas electorales y resoluciones que surjan de manejos inconsultos que tornan a la conducción partidaria en irrepresentativa.
Estos comportamientos de cúpulas servirán sólo para dar una apariencia de legitimidad a lo que no lo tiene. Por lo tanto y en consecuencia, cada uno de los militantes quedaremos libres de actuar de acuerdo a nuestra propia conciencia.
Se declama democracia hacia afuera y no se la practica dentro del partido. Rechazamos la continúa manipulación antidemocrática de los procesos electivos internos partidarios.
Apelamos a la unidad de las bases en la lucha por la recuperación de nuestra identidad y por los objetivos inconclusos de un Radicalismo que nació democráticamente revolucionario y hoy yace en lamentables egoísmos que trampean su esencia.
Tal forma de actuar no nos representa. Quienes, en estos tiempos, ocupan cargos partidarios son una circunstancia en nuestros 128 años de historia, pero serán los responsables del daño político y del regreso a un pasado que argumentaban superar.
La inmensa mayoría de los radicales lucharemos por nuestras convicciones y tomaremos nuestras propias decisiones.