Carmelitas: Explican por qué las monjas no están privadas de su libertad y por qué la autoflagelación es parte de su tradición espiritual

FRAGMENTOS DE LAS EXPLICACIONES DEL SACERDOTE ENTRERRIANO BONNIN

¿Por qué las monjas no están privadas de su libertad y por qué la autoflagelación está permitida en su tradición espiritual?

Bonnin admitió en una carta que publicó en facebook que "entre los elementos más difíciles de comprender se encuentra la Clausura. Ésta significa que una religiosa, una vez que ingresa (sobre todo en los monasterios que asumen la regla de 1990), ya no vuelve a salir del mismo más que por grave situación de salud. Su comunicación con el mundo exterior es limitada, e incluso el contacto físico con sus familiares más cercanos es casi inexistente".

Las religiosas que ingresan al monasterio "saben que será así su vida, ya que ellas mismas, al conocerlo durante el proceso de discernimiento, tienen esa relación con las religiosas. Esta clausura no significa que las hermanas están privadas de la libertad. En un convento donde todo funcione normalmente -según la regla- cualquier religiosa que desee abandonarlo puede hacerlo. No están retenidas por la fuerza, sino por su propia elección, sostenida en el tiempo".

El religioso afirmó que "otro de los elementos difíciles de comprender es la austeridad de vida, manifestada, por ejemplo, en reiterados ayunos y en la práctica de algunas penitencias o mortificaciones corporales, como el cilicio o la flagelación".

Estas prácticas "forman parte de la tradición espiritual de la Iglesia y más en concreto de la tradición espiritual carmelitana".

El cura reconoció que "la vida de las carmelitas descalzas y su vocación es para el ‘hombre de hoy’ un verdadero misterio, que sólo con dificultad puede comprender. Lo es no sólo para quienes tal vez no practican la fe católica, sino incluso para creyentes fervorosos. Por lo tanto, todo develamiento de algunas costumbres carmelitanas es capaz de escandalizar al ‘ciudadano común’.

Bonnin manifiestó que "el fundamento bíblico puede encontrarse en el hecho de que Jesús mismo ayunó (Mt 4, 2) y entre las obras de piedad que reinterpreta dice a los discípulos: "cuando ustedes ayunen" (Mt 6, 16). En el libro de los Hechos se nos dice en algunas ocasiones que ellos ayunaban. En cuanto a las otras penitencias corporales y el sentido que pueden tener, el fundamento bíblico se encuentra en algunos textos de San Pablo, quien dice: "castigo mi cuerpo y lo tengo sometido, no sea que, después de haber predicado a los demás, yo mismo quede descalificado" (1 Cor 9, 27) y también "Ahora me alegro de poder sufrir por ustedes, y completo en mi carne lo que falta a los padecimientos de Cristo, para bien de su Cuerpo, que es la Iglesia." (Col 1, 24)"

"Las hermanas que eligen ingresar y permanecer en el monasterio aceptan libremente ofrecer sus vidas en expiación por los pecados del mundo -además de los propios- y no sólo asumir los dolores de la vida, sino también buscar de modo voluntario el sufrimiento corporal, para más imitar al Salvador.

No obstante Bonnin, aclara que "en el uso de las penitencias corporales, hay un límite claro, y es el cuidado de la salud, sea mental, sea psicológica. No puede ser agradable a Dios una penitencia corporal que dañe la salud corporal, ya que forma parte del 5to mandamiento el deber de cuidarla. Y tampoco es saludable que alguien incurra en un sentimiento morboso, más afín al masoquismo que al amor a Jesucristo."

 

JEFE POLICIAL DE NOGOYÁ A CARGO DEL ALLANAMIENTO

La denuncia periodística decía que habia casos de desnutrición, por lo que DIARIOJUNIO habló Eduardo Stopello, a cargo de la jefatura de Policía de esa ciudad y constató que el estado de salud de 18 religiosas que allí viven dirigidas por una madre superiora: “Están en buen estado de salud y por su propia voluntad. No tienen signos de desnutrición”.

Y luego reafirmó: “Lo que puedo decir es que las hermanas que están ahí están en buen estado de salud y están por su voluntad. Eso es lo más importante. No están obligadas a estar ahí”.

Esto en relación a las palabras del fiscal de la causa Federico Uriburu quien dijo ayer que “la investigación comenzó de oficio y en caso de acreditarse el delito, es de privación ilegítima de la libertad agravada”.

 

ALLANAMIENTO Y ‘DISCIPLINADORES’

Al respecto, el oficial del Ministerio Público Fiscal, reveló que la madre Superiora "opuso resistencia" al procedimiento judicial y que "hubo que utilizar la fuerza para entrar porque no se permitía el ingreso, con lo cual se rompió una puerta del convento". 
Uriburu explicitó que "no hubo necesidad de revisar cada cuarto porque se aportaron en forma voluntaria una cantidad de cilicios y látigos, que son pequeñas fustas de unos 30 a 40 centímetros". 

Aquí dos cosas: está notificado que la Superiora dijo que antes de dejar ingresar a las fuerzas especiales iba a comunicar al obispo, lo cual es lógico porque es su jerarquía inmediata, por más que el convento dependa del Vaticano. Por lo que haber roto la puerta es de espectacularidad tonta.

Y en cuanto a los cilicios y látigos, las monjas entregaron los ‘disciplinadores’ de forma voluntaria, elementos que son propios de su tradición espiritual.

Aquí cabe destacar que el Convento de Nogoyá pertenece a la Constitución de 1990, es decir son las más fieles a su tradición de siglos…

 

 

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