La idea del corte de la avenida llegó a los oídos del intendente Gustavo Bordet, por intermedio del titular de la Asociación Hotelero Gastronómica, José Ostrovsky, y al otro día gestionó la reunión. “No me parece que tenemos que llegar a este extremo pero los vecinos son capaces porque están cansado de reclamar”, señaló Móver.
“Hemos intentado por todos los medios administrativos lograr que este proyecto esté dentro del presupuesto de Cafesg para el año anterior pero no se hizo, no se cumplió”, explicó Móver. El viernes pasado mantuvieron una reunión en la municipalidad. Ese día llegaron a un acuerdo con el ingeniero Gustavo Larenze, de Cafesg, algunos representantes del Edos y el secretario de Obras Públicas del municipio, Luis Benedetto. “La idea es concretar el proyecto que viene de 2003 y que se pueda incluir en el presupuesto de Cafesg de 2011. Más que nada lograr un compromiso por escrito de que se va a realizar a partir de mayo las obras en el barrio”, señaló Móver.
Si bien cumplieron con todos los requerimientos administrativos, los vecinos se enteraron de que el pedido quedó para el 2011. “La idea nuestra es que no se posponga más porque el barrio está creciendo, porque se recibe a un buen número de turistas y porque es necesario mantener limpio el barrio. Que las cloacas no crucen por las veredas y además porque contaminan las napas”, expresó Móver.
En el barrio Termal no sólo faltan las cloacas sino que tampoco hay agua potable. Los vecinos deben procurarse el vital elemento con pozos pero se corre el riesgo de que las napas subterráneas se contaminen. “Nos perjudica a todos: al que está viviendo y a la actividad turística que está creciendo”, señaló.
Paralelamente, los pozos negros son una incomodidad. Los días de lluvia rebalsan, a veces los camiones atmosféricos no dan abasto para atender a los vecinos que a veces llaman al mismo tiempo o directamente no llegan al barrio porque “a veces no tiene gasoil”. Aparte mencionó que el olor “es horrible” y que es lo primero que registran los visitantes. “Es una cosa habitual y ahora viene tiempo de calor; hay toda especie de insectos que aparecen con esto de las cloacas”, señaló Móver.
En el barrio hay cerca de 30 familias y además otras planean radicarse en ese lugar. “Pero lo primero que preguntan es: ‘¿hay cloacas? ¿hay agua potable?’”. “Queremos que esta vez no pase como un cuentito de que va a salir y nos quedamos esperando y nunca sale”, expresó Móver. El 2 de enero van a verificar si la obra fue incluida en el presupuesto del año próximo. De lo contrario, los vecinos están dispuestos a hacerles pasar un retorno largo y caluroso en pleno enero a quienes visiten el Lago de Salto Grande.