Luego de la ampliación de indagatoria a Sergio Varisco, el TOCF integrado por Lilia Carnero; Noemí Berros y Roberto López Arango dio paso esta mañana a los alegatos, dándole a la Fiscalía la palabra para presentar la acusación contra los imputados. Esta es una etapa final del proceso que comenzó en septiembre y que culminaría en los próximos días con el adelanto de sentencia.
Los fiscales hicieron una evaluación de la prueba recogida apuntalando las acusaciones durante casi cuatro horas. Sobre las 14, el TOCF solicitó un cuarto intermedio hasta el lunes a las 9, cuando Fiscalía retomará su alegato presentando los pedidos de condena para los 33 acusados.
Candioti realizó un racconto de la causa desde el inicio con la llamada anónima a la Policía Federal alertando que el cargamento de marihuana encontrado en la zona del barrio Paracao de la capital provincial estaba vinculado con un tal “cebolla” y cómo ese hilo permitió desbaratar la banda llegando primero hasta Daniel “Tavi” Celis y, luego, conocer las implicaciones con el gobierno municipal de Cambiemos 2015-2019, encabezado por Sergio Varisco.
Fiscalía fue hilvanando datos de pesquisas policiales, escuchas, testimonios, datos de indagatorias y material documental para definir el modus operandi de la banda y los roles y funciones que cada uno de los acusados tuvo en la organización delictiva mientras estuvo activa.
Luego de desmenuzar la causa “narcoavioneta”, denominada así por la captura de un Cessna 210A en un campo de Colonia Avellaneda en mayo de 2017 donde se transportaban 317 kg de marihuana, la acusación puso a Griselda Bordeira (ex funcionaria de Seguridad de la Municipalidad) y al ex concejal Pablo Hernández como las piezas principales para vincular la banda de Celis con la estructura municipal.
En el esquema que trazó Fiscalía, la estructura tenía dos extremos: en uno estaba Varisco y el en otro Celis. En el medio los vasos comunicantes eran, del lado del intendente Bordeira y Hernández y por el de “Tavi” el agente de tránsito Alan Viola y la ex pareja de Celis, Luciana Lemos. Estos últimos cuatro habrían sido los responsables de llevar el dinero desde Varisco hasta Celis.
Candioti entendió que el “acuerdo” entre el ex intendente y el sindicado capo narco “excedía largamente lo político”. Es decir: que no se circunscribía al apoyo que “Tavi” y el Movimiento Vecinalista del Oeste (MVO) hicieron a la candidatura de Varisco para la intendencia en 2015.
La acusación consideró probado que hubo un esquema de “retribución e intercambio” entre Varisco y Celis, donde al precio de poner el MVO al servicio de la campaña por la intendencia, “Tavi” obtuvo el control de la Unidad Municipal 2 (y de todo su esquema de logística que habría sido utilizado para actividades de narcotráfico) y el corrimiento del Estado para facilitar “nada más ni nada menos”, subrayó Candioti, que el tráfico de estupefacientes.