CANCER Y PREPAGAS : La burocracia y el testimonio valiente de quien padece cáncer

No me gustan los posts largos.

Este lo es.

No me gustan los posts públicos.

Este lo es.

Siempre he sido una persona reservada con mis cosas y no me gusta andar haciendo bandera de mis situaciones, mi vida o mis sentimientos. Sin embargo, cuando sos un paciente oncológico el secreto ya no es una opción. Una aprende de la peor forma que a un paciente oncológico nunca se le da el alta aun hayan pasado 10 años de su cáncer (lo aprendí cuando empecé a pedir ingresar a una prepaga nuevamente, lo cual finalmente conseguí gracias a que estaba dentro de un grupo en mi laburo, de otra manera no me hubieran aceptado).

 Y solo un paciente oncológico sabe lo que significa vivir por el resto de su vida con la espada de Damocles colgando sobre su cabeza. Algunos lo aceptamos, lo enfrentamos y lo vencemos. No todos tienen la misma suerte ni los medios suficientes.

 Y debemos cortar con esos años de secreto vergonzoso y la palabra cáncer dicha en voz baja y con miedo. Si, tuve cáncer, peleo con el cáncer, es una enfermedad como tantas, tomada a tiempo te salvas y hoy con los adelantos a todo nivel, detectado a tiempo es curable. Basta de silencios, el silencio es dañino. Hablar de cáncer es exorcizarlo, minimizarlo y empezar a vencerlo. Por eso yo no callo lo que me paso ni callare lo que me pasa.

A mi me paso que de la nada y de un control de rutina, mi doc encontró una formación tumoral en mis amígdalas. Solución: biopsia de urgencia, que me hicieron ayer, con anestesia general y en quirófano. Mi doc, que es gente y es un excelente profesional, quería ahorrarme una anestesia general mas, yo le dije que hiciéramos la lógica, la que hicimos, así el trabajaba tranquilo. No me van a matar ni una anestesia general y mucho menos el cáncer.

 Hasta acá todo bien.

Yo supe que me operaban el martes de la semana pasada creo, ese día mi doc reservo quirófano en un sanatorio local. No voy a abundar en detalles por todo lo que tuve que pasar hasta que me dieran el ingreso a la habitación que me correspondía por mi prepaga. Lo único que voy a comentar es que mi operación fue ayer viernes y hasta el jueves circa 18 hs estuve yirando para conseguir el servicio que pago.

 Otra discusión aparte es porque pago una prepaga, lamentablemente, en mi caso, es la única forma de asegurarme una buena atención. Mi doc me atiende con o sin prepaga, los sanatorios no se, nunca me sentí con ganas de probarlo. Todos mis médicos son excelentes profesionales y lo mas importante y lo que vale, personas de bien y de una gran humanidad, van mas alla de lo meramente profesional.

 Todo fue un circo inhumano hasta que conseguí el ingreso, una vez dentro del sanatorio, la atención es excelente. Un párrafo aparte para la enfermera divina que me toco que perdió varios minutos examinando mis venas hasta encontrar la correcta, porque la mía de siempre estaba media cachuza. Fue todo tan rápido, linda, que ni tu nombre pude preguntarte ni agradecerte. Ojala de alguna manera esto llegue a vos y sepas cuanto valoro tu gesto y como te respeto por honrar tu profesión. Gracias, muchas gracias a vos y a todos los que se ocuparon de mi, muchas gracias por la excelencia y diligencia con que lo hicieron.

Los pacientes oncológicos somos un poco distintos del resto: vivimos cada día como si fuera el último, nos acostumbramos a no dormir tranquilos, adecuamos nuestro cuerpo a un estado de alerta permanente pero de forma tal que no nos afecte y no nos joda. Somos un poquito especiales: sabemos que hoy estamos bien pero que mañana podemos no estarlo.

 Y eso que yo no he pasado por nada, tengo muy presentes todas y cada una de las vivencias de mis compañeros de grupo, ahí recién vi hasta que punto uno lucha por vivir y aguanta lo que sea. Admiro y respeto profundamente a mis compañeros y es en nombre de ellos y en el mío propio que hablo de lo que me paso.

Seria muy injusto para el resto de los pacientes de otras dolencias hacer diferencias entre unos y otros. Entonces se me ocurre, que quizás no estaría mal que en general, las personas que se encargan de nuestros tramites sean, valga la redundancia, un poco mas humanas.

 Entiendo perfectamente que a veces no hay mas remedio que endurecerse un poco para que las cosas no nos afecten, pero que eso no nos haga perder nuestra humanidad. Somos personas, somos todos seres humanos. Y no sabemos cuando nos va a caer el golpe. No esperemos a que nos pase, bajemos un cambio, tratemos de hacerle la vida un poquito mas facil por un ratito a quienes pasan por trances como el mio y peores.

 No es justo que yo personalmente haya tenido que encargarme de gestionar y dirigir mi autorización ante mi prepaga. Bastante tengo con lo que me pasa, lo acepto, lo vivo y lo venzo diariamente, porque nunca voy a dejar de luchar por mi vida. Ni yo ni nadie. No es justo para mi ni para nadie.

 Y con suerte va a ser el susto anual -todos los años pasa algo, desde hace 13 que me operaron de cáncer de lengua en el Fleming, en buenos aires, nunca falla, es uno por año y eso sin contar que tengo que vivir sacándome lunares por las dudas…- y en una de esas no pasa de ahí. Solo resta esperar el resultado de la biopsia, que a esta altura del campeonato, será una anécdota.

Mi familia -padres y hermano- nada saben de lo que me paso, porque considere que no valía la pena preocuparlos por algo que podía ser una zoncera. No soy valiente, simplemente de a ratos uso la cabeza. Obvio que si pasa a mayores si lo sabrán, de otra manera no tiene sentido preocuparlos. Repito, no soy valiente ni nada por el estilo, amo demasiado a los míos para exponerlos a sufrimientos inútiles.

 Yo estoy bien, aun media bobi por la anestesia pero mañana estaré normal.

Y para los sufridos que llegaron hasta aquí, una pregunta sin respuesta: ¿alguien me puede explicar porque cuernos para operarme de la garganta me hicieron poner en bolas y con una túnica impúdicamente transparente, carámbanos. Y no, no me duele mas que la garganta y el cuello jajajaja

 Siempre he dicho que lo que me salva muchas veces es la irreverencia con que aprendí a reírme de mi misma.

Estoy viva, carajo, y por mucho tiempo, no importa lo que diga la biopsia, lo único que se hacer bien en la vida es torcerle el brazo al cáncer y a la parca, por el mismo precio.

 Y celebro mi vida. Por eso este post, hay un par de quejas en el, pero en el fondo todo es una anécdota -mejorable, es cierto, por eso no me callo mas- y lo importante es que estoy viva y lo seguiré estando por mucho tiempo mas y al que no le guste que se vaya acostumbrando.

 Hay Amalia para mucho rato, para el que me quiera y también para el que no. Como diría mi profe, "sobate"

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