TESTIMONIOS
«Es cierto, no vinieron todos los que esperábamos. Pero la verdad es que la gente está descontenta, desganada, desbandada», opinó César Doglio, el presidente de Federación Agraria de Calchín Oeste. El hombre contó que, si bien «invitamos a todos los productores que pudimos, muchos no quisieron saber nada: es que si no tenemos una propuesta concreta; ya no le creen a nadie».
Junto a Doglio, Marco Antonio Giraudo titular de Coninagro en Córdoba, asentía, pero le dio otra pincelada al panorama trazado por su compañero. «También tiene que ver con que, dentro de todo, la sequía a nosotros no nos afectó, así que los que cultivamos soja tendremos una buena cosecha y nadie quiere dejar sus campos». Giraudo lamentó que «a veces se pierde la solidaridad cuando a uno le va bien; sin darse cuenta que tal vez el año que viene la desgracia nos toque a nosotros».
Otros apuntaron a a situación general del país. Por caso, Agustín Pizzichini, dirigente de los productores autoconvocados de Córdoba, apuntó que «también pasa que los pequeños productores no andan con ganas de cortes ni de medidas de fuerza: ven que hay despidos por todos lados, que las automotrices, que la industria. y no tienen cara para salir a hablarles de las retenciones y de nuestros reclamos a tipos que perdieron todo, que tal vez no consigan otro laburo y encima no tienen ni una maceta para plantar lechuga».
-¿Y porqué no saldrían a cortar rutas? ¿No lo hicieron acaso el año pasado?
-No. Mire -retoma el padre–. Nosotros apoyamos al sector, estamos de acuerdo con lo que dicen los de ahí arriba (dice señalando con el mentón el escenario que ocupó la Mesa de Enlace). Pero no queremos perjudicar a gente que tiene otras actividades, que manejan camiones, que también tienen que vivir. Es duro el campo y, como lo sabemos, nos parece que hay que dejar que todos trabajen.
