Reta mencionó que la cooperativa “aparentemente pertenece al señor Juan Grabois”, dijo. “La municipalidad pone una planta de reciclado a estrenar con toda su maquinaria y sus instalaciones más los gastos de funcionamiento como la energía, etc. La municipalidad aporta $ 2 millones mensuales ajustables trimestralmente por inflación que irían a cubrir los gastos de seguros, ART (Aseguradora de Riesgos de Trabajo) por incendio”, indicó.
Se trata de un decreto suscripto el 16 de enero de 2023 por el Ejecutivo por espacio de seis meses con ‘Mundo Reciclado’, con una opción de prórroga por el mismo espacio de tiempo. En uno de los artículos, el 4°, se establece que la cooperativa podrá vender todos los residuos secos. La Municipalidad también se compromete a entregar cuatro toneladas diarias reciclables por cuatro meses y desde el quinto mes se deberá incrementar ese volumen hasta llegar al décimo mes con 15 toneladas diarias. También debe entregar ropa y elementos de seguridad para todo el personal como pantalones, remeras, guantes, anteojos y zapatos de seguridad una vez al año. A cambio, la cooperativa aportará el personal que cobra un plan social y un plus que aportará la municipalidad, señalo Reta.
En cambio, Villalba sostuvo que el convenio apunta a que las personas que trabajan allí puedan mejorar. “Está muy bien que se les entregue la ropa., están trabajando con basura, desperdicios. La gente del centro saca la basura y no sabe donde va. Va a esos lugares. Y las personas que allí trabajan son personas que tienen derechos. Y necesitan la ropa de seguridad, los guantes y todo lo demás. Lo que tenemos que hacer es ampliar derechos y esto es lo que se hace y molesta”, recalcó.
“¿A qué se le tiene miedo? ¿A que no puedan venir los medios nacionales para la próxima campaña a mostrar la miseria del campo del Abasto por la mega obra del relleno sanitario conseguido en la gestión de Enrique Cresto?”, se preguntó Villalba. De la misma forma, mencionó que ahora los hijos de quienes acuden a reciclar, a quienes llevaban porque no tenían con quien dejarlos, ya no ingresan al Campo (“en condiciones realmente horribles que me gustaría sabe si alguno de ustedes quisiera que algún hijo o sobrino estuviese en ese lugar”, remarcó) sino que quedan en el refugio para inundados ubicado en el ingreso al predio. Allí les dan comida y no pasan frio”, acusó la edil. “Tendríamos que salir un poquito de la mezquindad y mirar estas cosas que mejoran Concordia y estar apoyándola”, añadió.
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