Deuda serial: Argentina al Fondo
El endeudamiento escaló durante el Gobierno de Macri, el acuerdo con el FMI implica transitar varios años de más ajustes.
Entre 2019 y 2026 se irán del país U$S 226 mil millones en deuda pública, según datos del Ministerio de Hacienda de fines de septiembre de 2018 y sin considerar los pagos de la deuda comprometida con el FMI en el segundo acuerdo (que se deben realizar entre 2021 y 2024). Este monto significa más de un 50 % de lo que produjo la economía argentina en promedio los últimos años. ¿Qué hacer con la deuda?
El periodista le preguntó a Kicillof si ¿habrá que renegociar la deuda después de que se vaya Macri? El exministro denunció el endeudamiento de Macri, la falta de financiamiento externo y el reemplazo de esos fondos por deuda con el FMI.
Bercovich insistió ¿habrá que reestructurar la deuda o renegociar el acuerdo con el Fondo? Kicillof admitió que sí, que hay que renegociar el acuerdo aunque como ya sostuvo en otras entrevistas afirmó que el próximo gobierno podrá renegociar “desde una posición de fuerza porque, como veremos este año, tanto los condicionamientos como la política económica que impuso el FMI van a tener un mal resultado y se van a mostrar como insustentables”.
No son nuevas las declaraciones de Kicillof, hace meses viene mostrándose como una opción responsable ante el capital y el organismo, incluso se reunió con sus técnicos a los que les aclaró que formó parte de un gobierno que les pagó la deuda.
Las declaraciones del economista son similares a las de Alexis Tsipras, el líder de Syriza, la fuerza política “neorreformista” que gobernó en Grecia en 2015, quien defendió la negociación con la llamada “Troika” (donde participaban el FMI, la Comisión Europea (CE) y el Banco Central Europeo (BCE)) con el mismo argumento de Kicillof que no se podía romper con las instituciones.
En Grecia se realizó un referéndum donde ganó el rechazo a las políticas de ajuste de la Troika. Sin embargo, Syriza terminó aplicando el ajuste para cumplir con las exigencias de los organismos. Las consecuencias cayeron sobre el pueblo trabajador griego, una catástrofe con siete años de caída del PBI, un 27 % de desocupación, una baja de los salarios reales mayor al 20 % desde 2011 (OIT).
Argentina dependerá los próximos años de los aportes del FMI, y por lo tanto será el organismo el que imponga el plan que el país tendrá que cumplir. Ya adelantaron sus deseos, superávit fiscal, que implica mayor recortes de partidas sociales y reformas estructurales como la reforma previsional y laboral.
En tanto, el economista del FpV sugirió que “hay que volver a reformular la relación con el Fondo. Me parece que incluso hoy existen varios países que construyeron con el FMI una relación más madura, no de completa sumisión como la que plantea el gobierno de Macri”.
Sus declaraciones pueden hacer referencia a Portugal, ya que Kicillof en otra ocasión mostró el caso de ese país como modelo para contraponer la debacle griega. Sin embargo, este país fue un ejemplo en cumplir con las exigencias de la Troika.
Portugal entró en crisis y recibió asistencia financiera en 2011, hubo cuatro años de ajuste hasta que en 2015 ganó el Partido Socialista y formó un gobierno de coalición liderado por Antonio Costa, quien prometió terminar con el ajuste para impulsar la economía.
Pero la historia no fue feliz como pretende mostrar Kicillof. Antes de que asuma Costa hubo un gran ataque a las condiciones de vida de los trabajadores. Se recortó el gasto social, cayeron hasta un 12,5 % los salarios de los empleados públicos, aumentaron su jornada laboral, hubo privatizaciones, subió el IVA. También impusieron una reforma laboral, que disminuyó las indemnizaciones, se congeló el salario mínimo, se creó un banco de horas que disponía cuándo los trabajadores debían realizar horas extras. Además, hubo un incremento de la edad jubilatoria y se aplicó nuevos impuestos a los pensionados.
El ajuste derrumbó la economía y la desocupación trepó al 18 %. Con las exigencias de la Troika cumplidas, aprobaron la última de sus metas en mayo de 2014.
A diferencia de lo que quiere mostrar Kicillof, Portugal es un modelo, que las metas de ajuste se cumplen y no es posible renegociar.
En Argentina la economía está en crisis, pero aún no se llegó a los niveles críticos de Portugal, sólo por nombrar la desocupación, esta tendría que casi duplicarse. El macrismo no pudo avanzar en implementar una reforma laboral, una reforma previsional como exige el FMI. Tarea pendiente para el próximo gobierno. Cambiemos en diciembre de 2017 modificó la ley de movilidad jubilatoria, un triunfo pírrico que debilitó al Gobierno y lo obligó a archivar su proyecto de reforma laboral.