En las primeras horas de la noche de hoy, el ingeniero Daniel Cameron todavía continuaba en las oficinas de Relaciones Públicas de la delegación argentina de CTM. Su demora no se debía al descanso que tenía previsto para el fin de semana, sino que estuvo reunido con los dos grupos que firmaron solicitadas criticando duramente a miembros de su comitiva.
Lo que debía ser un ambiente de camaradería entre los funcionarios nacionales y provinciales tuvo momentos de evidente malestar. Todo comenzó cuando Cameron y sus funcionarios pudieron ver las solicitadas que fueron publicadas en el “matutino independiente” de Concordia, en donde se criticaba las visitas de los ingenieros Bautista Marcheschi y Juan Legisa. Las solicitadas estaban firmadas, una por la “Agrupación de Trabajadores Peronistas de Salto Grande” y la segunda por la “Asociación Concordiense para el Desarrollo”, ambas agrupaciones con una clara identificación justicialista.
En sendos comunicados se señalaba que los aludidos habían tenido roles protagónicos en la era menemista, impulsando y promoviendo la privatización de Salto Grande y creando empresas y entes intermediarios, que se quedan aún con una parte importante de lo generado por la represa.
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Lo cierto es que el ingeniero Daniel Cameron hizo de los comunicados una cuestión de estado y ordenó que le organizaran sendas reuniones con los firmantes de las solictadas. Es por eso que cuando el sol ya había caído sobre el horizonte, los funcionarios nacionales todavía estaban “intercambiando pareceres” con representantes de la “Agrupación de Trabajadores Peronistas de Salto Grande” y la “Asociación Concordiense para el Desarrollo”.
Por momentos el intercambio de pareceres sobrepasó las paredes de las oficinas, evidenciando que en algunos aspectos no se ponían del todo de acuerdo.
El escándalo fue tan mayúsculo, que el propio gobernador Jorge Busti tuvo que comunicarse con el diario el Heraldo para que saliera en la portada un titular repudiando las solicitadas.
Fiel a su estilo inclasificable, el vespertino publicó las declaraciones de Busti, pero no dio precisiones con respecto a que decían o quienes firmaban los comunicados, limitándose a hablar de las “solicitadas”, haciéndolo de manera elíptica y casi misteriosa. Destacando, eso sí, que contenían “términos ofensivos para los funcionarios nacionales que hoy visitan la represa hidroeléctrica, en forma totalmente fuera de lugar e injusta”.