En 2009 ya se realizaron unos 40 operativos en la zona de Chajarí, Federación, Concordia y Feliciano. En casi todos se detectó personas no registradas y trabajando en malas condiciones de higiene y seguridad.
El titular del Sindicato de la Fruta, Alcides Camejo, señaló que “los inspectores son agredidos”, y calificó a Chajarí como el sector más violento.
“Los productores citrícolas resisten con violencia a los controles”, dijo Camejo, quien recordó que el viernes la mujer de un productor de Chajarí atacó a balazos a integrantes del Sindicato de la Fruta de esa ciudad (tal lo publicado por DIARIOJUNIO), que reclamaban por el despido de un trabajador en negro. Si bien no hubo heridos, éste se transformó en uno de los acontecimientos más graves denunciados en los últimos meses. Por este hecho, el delegado del Sindicato de la Fruta Gustavo Acosta radicó una denuncia policial en Chajarí.
Para Camejo, este suceso no fue aislado y se suma a las agresiones similares que han sufrido los inspectores de la Dirección Provincial de Trabajo. “En los últimos años las inspecciones para combatir el trabajo en negro en la Costa del Uruguay se han vuelto sumamente violentas”, aseguró Camejo a diario Uno.
El sector citrícola tiene unos 12.000 trabajadores que permanentemente realizan tareas en las quintas. “Cada 200 trabajadores, detectamos que hay un 10% en negro”, disparó Camejo, quien advirtió: “Los productores van a tener que aprender a vivir con los controles, ya que la Dirección de Trabajo y nosotros no vamos a permitir que haya trabajadores de la Fruta en negro”.
El gremialista resaltó que “en la zona sur de Corrientes y Chajarí los tiros son comunes y las amenazas habituales”, y agregó: “Los trabajadores son amenazados para que no denuncien que están en negro, pero siempre les decimos que ellos denuncien que la identidad se va a reservar”.
En ese sentido, Camejo precisó que el sindicato busca solucionar que el obrero trabaje en regla, pero afirmó: “Los productores no quieren reconocer que un trabajador tiene derechos y por eso siempre hay desencuentro”.
Los perjuicios del empleo no registrado son graves, tanto para el trabajador como para las arcas del propio Estado. Por tal motivo, Camejo subrayó: “Vamos a seguir adelante con los operativos hasta que solucionemos el problema”. En ese orden, Camejo destacó el diálogo y compromiso que asumió el gobierno provincial. “Sergio Urribarri se comprometió a erradicar el trabajo en negro y las agencias de servicios, que son las que fomentan el trabajo irregular”, destacó el sindicalista, quien opinó: “Estos empleadores tienen mucha cintura para evadir y traen gente de otras provincias, en especial de Corrientes para explotarlas”.