El lunes 3 de octubre, dentro de dos semanas, recién Libardoni tomaría posesión del cargo. Hasta ese momento, seguirá inspeccionando el nosocomio. Esta mañana tenía previsto acercarse hasta el mismo a los efectos de charlar con el personal.
En ese sentido, en ATE esperan que quien reemplace a Chiappa mantenga el diálogo abierto con los gremios. Diego Walton, delegado de ATE, dijo que la expectativa es: “mantener mayor diálogo con el nuevo director para poder resolver los problemas más urgentes que tenemos en el hospital porque nunca tuvimos diálogo con la directora”.
Libardoni aún no dialogó con los gremialistas de ATE. “Nos enteramos que anduvo recorriendo algunos servicios y viendo la situación”, dijo Walton. “El hospital está en las mismas condiciones en que siempre estuvo; no ha cambiado mucho”, añadió. El delegado sostuvo que las mejoras que se han efectuado fueron “pequeñas”.
Entre las falencias, el delegado mencionó el agua potable. Cabe recordar que la ex directora admitió que había que limpiar el tanque de agua del hospital. Luego dijo que se había mejorado y que solamente en una bacha del servicio de Odontología seguía saliendo agua que no estaba en condiciones. Walton dijo, en cambio, que el problema no se resolvió. “No sabemos si es potable o no es potable. Nunca nos dieron un aval de que el agua ya se podía utilizar de manera normal para los pacientes de Odontología”, mencionó.
Además, el trato interno entre funcionarios jerárquicos y el personal del nosocomio fue materia de quejas entre los gremialistas. El delegado dijo que “el tema de la violencia laboral nunca fue resuelta. Ese fue el episodio principal de la medida de fuerza que empezamos”.
Respecto de las afirmaciones realizadas ayer por la ex directora respecto de un grupo de 40 empleados que no quieren trabajar, Walton admitió que: “no sé si lo decía de manera irónica pero siempre supusimos que se estaba refiriendo a nosotros”.
“Pero nosotros como delegados tenemos la obligación de trabajar y cumplíamos con nuestro trabajo en cierta manera porque tampoco podes hacer todo pero nunca dejamos de cubrir las guardias mínimas”, expresó.
Además dijo que con las medidas de fuerza lo que buscaban era que el hospital funcione de manera correcta y que mejore la atención mediante un trato cordial. “Nada más”, señaló.
Otras de las cuestiones con las que Libardoni se topará es la presencia de una mujer que vive en los pasillos del nosocomio con animales como perros y gatos. “Es un tema bastante complicado, No sé por qué no se le dio una mejor ubicación a esa señora”, dijo.
Respecto de las zonas que no tienen utilidad y fueron cerradas hace una década, como Maternidad y Cirugía, el delegado dijo que hay oproyectos que fueron presentados para volver a utilzarlas. Pero los mismos nunca progresaron “Siempre estuvieron ahí en el veremos. Nunca hubo algo firme de decir vamos a empezar; de decir ‘vamos a darle una utilidad a este lugar’ que está abandonado”, expresó.