María y «Monedita», un antes y después.
Silvia Castillo, responsable del área de Actuación ante Personas en Situación de Calle, dependiente de la Secretaría de Desarrollo Social de la Municipalidad, habló con DIARIOJUNIO. Silvia contó que en Concordia existen tres organismos que gestionan hogares de tránsito para personas en situación de calle. “La Casa de Lázaro”, en Gruta de Lourdes, La fundación “Nuestros Cinco Panes”, en Hipólito Yrigoyen 1839; y el hogar de tránsito municipal ubicado en calle San Luis 789, entre Vélez Sarsfield y Urdinarrain, que cuenta con 18 camas para adultos mayores a partir de los 18 años.
“Nosotros este año y el año pasado hemos podido sacar a personas que hacía mucho tiempo que estaban en situación de calle. Este año hemos podido sacar a María, que seguramente la deben ubicar, se la solía ver en calle Moulins y Tavella. En 2019 pudimos reintegrar a Rosa, que vivía y comía en un microbasural cerca del hospital Masvernat. Dos mujeres que parecían imposibles de recuperar de la situación de calle, pero lo logramos.”
Consultada por este medio acerca de si es así como se escucha, de que hay muchas personas que se niegan a abandonar las calles, Silvia cuenta que hay diferentes problemáticas al respecto: “Cada caso se trata de estudiar. Algunos tienen parientes y se los trata de reintegrar al ámbito familiar. La coordinación lo que hace es hacer un seguimiento constante. A Rosa la pudimos ubicar con su hermana. La gente que la conoce, si la ve, no va a poder creer cómo está. El año pasado fue su primera Navidad en familia.”
“Muchos son pacientes de salud mental y se hace muy difícil poder trasladarlos, poder ingresarlos a alguna organización o poder internarlos. El problema más grave siempre es el invierno. Ellas quedaban a la intemperie y no se dejaban trasladar, ni atender. Yo siempre pedía a Salud el traslado, pero ellos decían que no se podía tenerla más de 48 horas. La ley considera que ellos son libres, pero lo que yo les decía era que no se trataba de encerrarlos sino de ponerlos a resguardo. En el caso de Rosa, estuvimos tres años de seguimiento hasta poder lograr su reinserción cuando pudimos encontrar a su hermana y ver que ella la podía contener, que es lo estas personas necesitan, amor familiar.”
“En el caso de María, tuvimos que recurrir a la Justicia. Fueron tres años de seguimiento sobre ella. La jueza decía que ella era libre y que no la podíamos encerrar. Pero yo le planteaba que María no estaba en condiciones de seguir en la calle. Ella ya no era la María joven que podía deambular. Arrastraba su pierna, tenía mucha dificultad para desplazarse. Veíamos que cada vez estaba más enferma e indefensa. Yo lo que pedía era proteger a María para que no muriera de frío en una helada como la de estas noches, por ejemplo. Verla antes y verla cómo está ahora es conmovedor. Ella vive en el hogar ahora.»
María solía deambular por calles Brown y Saavedra, muy arropada y siempre con alguna mascota que cargaba en una bolsa. Alguna vez supo tener un pato como compañía. María nunca pedía, tenía su platita, cuenta en un almacén, y honraba sus deudas (El redactor puede dar fe porque lo vio con sus propios ojos).
“Ella era pensionada, tenía mucha lucidez, pensábamos que por ahí alguien podía estar cobrando por ella, pero no, ella misma se cobraba. Iba con el gerente del banco para que le pagaran y sabía qué días cobraba. Le hicimos el documento que no tenía, le dimos el alta en el IOSPER. Cuentan muchas historias de ella. Hay vecinas de las zonas donde ella frecuentaba que la vienen a visitar al hogar.”
Según explica Silvia, desde la Coordinación lo que se trata es de que las personas que no puedan ser reubicadas en su hogar, junto a su familia, tengan un espacio en el Hogar de Tránsito, donde se les brinda asistencia sanitaria, se les da alimento y ropa, mientras se realizan las gestiones y el acompañamiento para que no vuelvan a recaer. En ese sentido también se hacen visitas periódicas a aquellos que volvieron con sus familias para ver cómo están viviendo.
“Este año también pudimos sacar de la calle a Sandra, una señora que andaba siempre vestida toda de negro, con auriculares, que pateaba por todo Concordia. A ella la pudimos reinsertar con uno de sus hijos. Los que la llegaron a conocer, no la reconocerían hoy. Desde el año pasado que veníamos trabajando con ella. Había muchas denuncias de que dormía en una carpa en una plaza o que la veían bañándose en la costanera.”
Ahora estamos trabajando con César, también lo conocen como “bochita” o “monedita”, suele andar por Ituzaingó y Vélez Sarsfield. Le hicimos los documentos y estamos viendo qué hacemos, dónde y cómo lo podemos reinsertar. Ubicamos a una hermana en Buenos Aires y estamos trabajando con hermanos que viven acá, en la ciudad, pero dicen que no se pueden hacer cargo. A veces hay que entender a la familia también. César es un paciente de Salud Mental y estamos tratando de ver si lo podemos ingresar a un lugar donde pueda ser asistido de manera permanente porque él, además, tiene un problema de adicción con el alcohol.”
La responsable del área de Actuación ante Personas en Situación de Calle también cuenta que están trabajando con una mujer que suele rondar por las arterias de Liniers y Entre Ríos: “Hay una chica que tenemos que resolver su situación, Norma: una mujer joven, de 42 años, a la cual le venimos haciendo un seguimiento desde hace un año y medio. Estamos intentando con la policía y una abogada poder llevarla en las noches de frío al hogar de tránsito, porque ella no se deja asistir… porque bueno, el caso de ella también es complejo, el tema es qué es lo que ella hace durante la noche…”
Silvia también cuenta que “había un abuelo en calle Sarmiento y avenida San Lorenzo que estaba ahí desde 2018. Ese abuelo está en el hogar ahora. Le estamos tramitando la jubilación que, cuando salga, va a ser reinsertado en la casa de una hija. Ya le están haciendo su pieza en lo que va a ser su nuevo hogar dentro de poco. Por ahora, durante las mañanas, va a visitar a esa hija y de noche vuelve al hogar para dormir.”
Las adicciones, en particular el alcohol, suelen ser uno de los motivos por los que a muchos la noche los encuentra durmiendo en las calles:
“En la plazoleta cercana a la Universidad hay dos muchachos que se quedan hasta tarde ahí, vendiendo diarios o limpiando vidrios. Ellos tienen casa, pero son alcohólicos y, a veces, se quedan ahí durmiendo, tirados en el suelo o en un banco. Muchas veces vamos a buscarlos para que vayan a dormir al hogar. A veces los convences y a veces no.”
Silvia insiste en que no todos los casos son iguales, que hay distintas problemáticas e historias, y explica que, por lo general, “las personas que continúan en situación de calle suelen padecer adicciones, violencia de género, violencia familiar. Por ahí, es más complejo con las personas con adicciones, porque se resisten a ser trasladadas al no poder consumir dentro de los hogares de tránsito. Otros tienen casa y familia, pero terminan durmiendo a la intemperie, en cualquier lugar, por estos mismos problemas de adicción. O te encontrás con problemas intrafamiliares de personas que, por sus problemas de salud mental o adicción, son manipulados, se les quedan con las pensiones o las jubilaciones. Hay situaciones en que no vemos una alternativa mejor que judicializar, para eso tenemos una asesora legal que trabaja en esos casos.”
Sin embargo, agrega un dato alentador: “Personas en situación de calle, en el sentido de personas que no tienen nada ni a nadie, te podría decir que ya no hay en la ciudad que queden sin resguardo.”
“Bueno creo que, más o menos, te das cuenta lo que se hace desde esta coordinación de Reinserción y gracias a Amadeo Cresto que confío y nos dio está casa, al intendente Alfredo Francolini y, en su momento, a Enrique Cresto, hoy presidente de Enohsa, quien nos había recomendado en el 2015 encargarnos de ocuparnos arduamente de todas estas personas”, mencionó la funcionaria.
Contactos:
Fundación «Nuestros Cinco Panes» (Miguel Stimarello): 3456025298
«Casa de Lázaro» (Julio): 3454748355
Hogar de Tránsito Municipal: 3454146959 y 3454048387