Caja Mixta: la oposición quiere un banco de desarrollo local en vez de un ‘rapipago’ estatal

En campaña, desde UNA propusieron que la Caja se transforme en un organismo financiero y económico del municipio para apoyar la producción local, los micremprendimientos y al servicio del comercio. “Propusimos fortalecerla y repensarla como un organismo financiero, que pueda captar los ahorros locales pero también generar producción y prestamos con esa plata que es ahorro local; dándole un contenido de mucha actividad y que sea proactivo en la producción local”, señaló Cedro.

Por ello, reclamó al intendente convocar a los sectores privados para que se involucren en repensar al organismo como un “sistema financiero bancario donde se vuelquen los ahorros locales a la producción local”.

Por ejemplo, Cedro mencionó que se podría prefinanciar exportaciones. Para ello, se deberían buscar líneas de crédito nacionales que pasen por la Caja para ese fin. La prefinanciaciones un adelanto a una industria con el fin de que pueda exportar. Cuando exporta se cobra lo adelantado.

Por su parte, el concejal Esteban Benítez  (Cambiemos) dijo que los empleados municipales toman más préstamos de la mutuales que de la Caja. “Tiene que hacer acuerdos comerciales con sectores de la ciudad. En ese aspecto podemos avanzar muchísimo. Tiene que tener un rol más activo con la actividad turística y comercial de la ciudad”, señaló.

Asimismo, dijo que no es una herramienta financiera para la producción ni el comercio local. “Es un lugar donde hay que trabajar mucho y potenciarla con el objetivo de que el intendente tenga una herramienta donde su gestión marque la diferencia”, señaló.

Respecto de los préstamos a los empleados municipales, dijo que ha visto recibos de trabajadores que cobran “$ 0,30”. Las financieras les están sacando el sueldo con tasas de interés usurarias. “Hay muchos empleados endeudados en distintas cajas y tiene que surgir una opción desde la Caja Mixta”, dijo Benítez. Por ello dijo que debería bajar la tasa porque “les está prestando a los empleados municipales”. “Tiene que tener una tasa alternativa, no tiene que caer en el mismo camino que caen los usureros”, remarcó.

Benítez dijo que  se necesita una persona con creatividad que, con fondos propios del municipio y del mercado que pueda captar, lleve a cabo esos cambios. “Vemos el equipo que ha formado Cresto y esperamos eso: propuestas para toda la población. Queremos que su gestión se distinga”, señaló.

La Caja Mixta, una entidad autárquica, tiene 73 años de vida. Tiene un directorio compuesto por cinco miembros, tres elegidos por el Ejecutivo municipal y dos por los privados. Rubén Darío Brau, presidente del directorio de la Caja Mixta, explicó que, en un principio, tenía préstamos de dinero y pignoraticios. “Se podía dejar una alhaja como respaldo”, explicó. En la actualidad, sigue prestando dinero pero además tiene una oficina de cobranza. En ese sentido, sostuvo que allí se pueden pagar todos los impuestos que se tributan en el banco Bersa.

Respecto del capital, sostuvo que tienen $ 15 millones prestados. De esa cifra, cerca de $ 2 millones es el dinero disponible, mediante la devolución de cuotas efectuadas en noviembre, en diciembre para volver a prestar.

Una vez que se cobra la cuota mensual, el mismo dinero se vuelve a prestar. Los préstamos no sólo se dirigen a los empleados municipales sino a quienes pertenezcan a instituciones que firman convenios en las que se comprometan a retener el valor de la cuota. Por ejemplo, la Cooperativa Eléctrica, el Sanatorio Concordia, el Centro de Empleados de Comercio, Osecac, Obras Sanitarias y la municipalidad de Colonia Ayuí.

Los empleados necesitan un garante con un recibo de sueldo similar. La cuota no puede superar el 20 % del sueldo mensual. Por ejemplo, un empleado que cobre $ 5.000 puede sacar un crédito de casi $ 25.000 a devolver en 25 cuotas de $ 1.000 mensuales, sin contar la tasa de interés. Veinticinco es el plazo máximo de cuotas y $ 1.000 es la cifra máximo que se puede descontar. Sólo se puede rebasar ese tope de cuotas en caso de situaciones especiales como problemas de salud.

Brau dijo que el estatuto de la entidad no impide efectuar préstamos a empresas. Pero en este momento no cuentan con fondos suficientes para ese fin. Para ello requieren financiamiento adecuado. En ese sentido, necesitan firmar convenios con entidades financieras provinciales o nacionales o privadas que permitan financiar construcciones, hipotecas o préstamos prendarios para compra de automotores. “Con todas las garantías, los recaudos y todas las condiciones de prevención que hay que tener para éste tipo de préstamos”, dijo.

En tal sentido, destacó que lo que saben hacer es el análisis de los créditos a otorgar, control de la cobranza y el seguimiento del proceso crediticio (proyección de la cuota, garantías prendarias, etc.). “Lo único que nos limita es el capital. Para estas operaciones se necesitan tener un respaldo para la demanda. Si uno levanta la persiana y empieza a ofrecer, hay mucha gente que va a pretender”, indicó.

Respondiendo a una de las observaciones de Benítez, Brau acotó que existe una oficina de microcréditos con una persona a cargo. Se presta dinero a quienes designa la secretaría de Producción. “Viene una orden donde dice ‘fulano de tal’ tendrá $ 2.500, $ 3.000. Lo que indiquen. Le damos el crédito y controlamos la cobranza y que vaya devolviendo para prestar a otra persona”, dijo.

También hay un programa del Promeba (Programa de Mejoramiento Barrial) que tiene una partida que se afecta a través de la secretaría de Obras Públicas. Y hay ocho o nueve cooperativas de crédito que obtienen dinero para construcción de viviendas mediante un préstamo que se les otorga hasta que llega el dinero de la Nación que siempre es enviado con retraso.

Por otra parte, Brau dijo que el año pasado realizaron un aumento del capital social en referencia al equipamiento, el mobiliario, etc. El año pasado el capital rondaba los $ 160.000 y lo extendieron a $ 800.000. Un porcentaje mínimo de cada préstamo engrosa el capital privado. “Hay veces que los privados, al acumular muchos préstamos, superan ese 50 %”, explicó. Como se trata de una entidad mixta, el porcentaje estatal y privado deben ser similares y por ello el municipio tiene que cubrir la diferencia anualmente. Hace dos meses el municipio aportó $ 80.000.  “Es lo único que recibimos del municipio”, sostuvo.

Por ello, sostuvo que solamente pueden incrementar el capital con las tasas de interés y con las gestiones de cobro de las cuales obtienen un mínimo porcentaje. Cuando comenzó la gestión Bordet, en 2007, no había inflación.  Pero en este momento, admitió que la inflación es un problema serio dado que ronda entre el 28 y el 30 % anual. “Se complica ganar sobre esa tasa”, argumentó. Las tasas por los préstamos rondan el 5 % pero se les debe descontar el 35 % por el Impuesto a las Ganancias e Ingresos Brutos. Les queda el 2,6 % de ganancia. Sólo podrían bajarla si obtuviesen alguna reducción en los impuestos.

Brau explicó que tienen costos laborales fijos y altos. Entre ellos tres empleados a los que se les paga gratificaciones de acuerdo a los beneficios que han obtenido. Además los empleados se rigen por el gremio de comercio y hace poco obtuvieron un aumento de sueldo por convenio. Además de gastos de energía, teléfono, leyes sociales.

De todas formas, destacó que tienen mucha demanda por la rapidez para entregar dinero y por las facilidades en aprobar el trámite. En tal sentido, recalcó además que, cuando hay casos especiales como pacientes oncológicos, son aún más rápidos. “Ya en el mostrador les decimos ‘te podemos prestar tanto’ se anota y a fin de mes están cobrando. El día 3 o 4 recibimos el dinero y lo estamos prestando”, recalcó.

 

 

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