La obra presenta un presupuesto oficial de $475.062,57 y la apertura de sobres del llamado a concurso de precios tendría lugar el miércoles 25 de noviembre, a las 10 horas, en oficinas de CAFESG de Chajarí. En 2007 se había hecho un llamado a licitación para el arreglo del elevador, pero no hubo ofertas.
Una historia interminable.
Mal llamado “elevador” por el comun de la gente, por no adaptarse a las normas IRAM vigentes el del hospital Santa Rosa siempre fue un “montacargas. Por ello, supuestamente nunca ningun paciente debería haber subido al mismo, aunque en la práctica fue al contrario, y según testimonios de enfermeras, “muchas veces nos sacó de apuros”.
Se habilitó en la década del ochenta. Lo diseñaron alumnos de la Escuela Técnica de Chajarí y una empresa privada. Nunca logró tener un funcionamiento continuo e ininterrumpido. Se fue rompiendo, reparando, volviendo a romper, volviendo a reparar y otra vez volviendo a romperse, la última vez (2006) para quedar fuera de servicio por mucho tiempo. En 2000, una mujer embarazada sufrió un severo accidente cuando el aparato falló mientras subía, se inició un juicio por el incidente.
Pero además, el tema no es menor, ya que para acceder a la planta alta del edificio –donde está el quirófano- muchos, por ejemplo, accidentados, tienen que ser subidos dificultosamente por las escaleras o “alzados” por algún colaborador. Ni hablar de los pacientes con cuadros más complicados o con la movilidad de su cuerpo mas comprometida.
En febrero de 2007, cuando era gobernador y el bioquímica concordiense Orlando Elordi director del nosocomio, Busti anunció el ascensor para el hospital Santa Rosa. Semanas después, con un presupuesto oficial de 38 mil pesos, la Comisión Administradora para el Fondo Especial de Salto Grande (CAFESG) llamó a licitación, pero no hubo ofertas. El costo –se advertirá- era sensiblemente inferior al que se menciona ahora, porque en aquella oportunidad se hablaba de la reparación del artefacto, y no la construcción de uno nuevo.
Cuando Graciela Zambón era directora de la institución (luego fue senadora departamental) se realizaron gestiones para reparar o instalar un nuevo equipo. Algunas fuentes aseguraron a DIAROJUNIO que el expediente estaba a punto de ser firmado, pero nada pasó. Le hicieron algunos arreglos momentáneos en algunas oportunidades, pero solo fueron paliativos.