Cuatro grandes sectores integraron desde siempre la actividad exportadora de la costa del Uruguay, el cerealero, con el arroz y la soja como sus principales productos; el forestal, el avícola y por último, un área de productos varios donde entran el citrus y la metalúrgica entre algunos de sus exponentes.
Durante la década pasada estas actividades mostraban números para el asombro, pero desde hace poco más de un lustro muchas mermaron sus actividades hasta casi desaparecer.
El factor preponderante para la caída de la actividad tiene su causa en la imposibilidad logística de sacar la producción a través del Puerto de Concepción del Uruguay, que por falta de dragado del río ha hecho inviables los costos.
Algunas actividades ven duplicar o triplicar sus costos para llevar la carga hasta algún puerto que permita su salida al exterior.
“Cuando un sector deja de participar activamente, esto no es una pérdida para la cámara, son millones de pesos que se van de la provincia por otros puertos y con grandes costos adicionales que afrontan los productores entrerrianos”, afirmó Colombo, y puso como ejemplo la gran cantidad de cargas de soja que tienen que usar los puertos de Lima y Rosario para sacar sus granos. Todos los sectores productivos de la región coinciden en la urgente necesidad de inversión en el dragado para reactivar la economía de esta costa de la provincia.
Según cálculos de la Cámara de Exportadores, en esta costa se producen 2 millones de toneladas anuales de soja, lo que implica el uso de 80.000 camiones que transportan 25 toneladas cada uno, y demandan un costo adicional total de 32 millones de pesos, teniendo en cuenta que el costo de un flete hasta Rosario ronda los 400 pesos. “Todo esto se va de la provincia, pues es dinero que pagan los productores entrerrianos y que quedaría en Entre Ríos con un puerto funcionando en el corazón de la zona productiva”, remarcó Oscar Colombo.
Si bien hoy este sector productivo puede afrontar esos sobrecostos, hubo otras industrias que no pudieron sostener estos números y fueron cerrando sus puertas. En esta zona de la costa del Uruguay llegaron a trabajar cinco empresas forestales que vivían de la exportación de rollizos. Con miles de hectáreas plantadas, este movimiento ocupó a unas 1.200 familias. Hoy sólo subsiste una y tiene serios problemas. “Todas estas empresas siguen trabajando, se fueron al Uruguay y siguen exportando, porque Europa sigue consumiendo madera, los únicos que se perdieron el negocio somos nosotros”, señaló.
Riesgo para navegar
Las empresas navieras no quieren arriesgar sus buques en una vía que no asegura un calado adecuado, por tal motivo todos los ultramarinos que ingresan al Puerto de Concepción del Uruguay para cargar madera lo hacen haciendo uso de lo que se denomina aforo total. Una modalidad de cobro que implica un costo de 80.000 dólares independientemente del tonelaje total que se pueda cargar. “Una carga normal nuestra era de 18.000 toneladas, por esa carga un buque cobra 80.000 dólares. En el caso de que sólo se puedan cargar 8.000 porque el calado no lo permite, el barco cobra los 80.000 dólares igual”.
Los costos por los riesgos de una varadura potencial no son el único problema, en el caso de que un buque sufra este inconveniente, los costos adicionales rondan los 18.000 dólares por día en que la nave permanezca varada.
“Ningún producto en el mundo puede absorber semejante ineficiencia de logística”, afirmó Colombo a Uno a modo de explicación de la situación generalizada que viven los exportadores de la zona.
Esta ineficiencia también le toca de lleno a las tareas de dragado que se comenzaron a realizar a fines de 2004 y que fueron suspendidas en abril, cuando se rompió la única y vetusta draga que el Estado nacional había dispuesto para los trabajos. Según estimaciones, de persistir las demoras en el dragado, los costos se elevarían de 700.000 pesos, entre gasoil y aceite, a 8.233.000 pesos.
Todas las gestiones apuntan a un pronto llamado a licitación para que una empresa privada se haga cargo del dragado. La Cámara de Exportadores acompaña las gestiones realizadas por la Intendencia de Concepción del Uruguay y el gobierno provincial para lograr una resolución.
“La Nación se comprometió a enviar maquinaria para dragar el río, y efectivamente lo hizo, no se lo podemos discutir, pero parece no haber un compromiso político real de que esto se quiera hacer de forma efectiva. De esta manera, y con estas máquinas es imposible dragar el río como corresponde”, afirmó Colombo.