‘Cada vez que tocaban la puerta y no esperaba a nadie, pensaba que podía ser él’

“Esto despierta sentimientos encontrados porque uno siempre supo cuál era la situación y como lo iba a encontrar, pero en el momento que llega genera muchas cosas. La muerte siempre resta, nunca suma; la suma está por el lado de la vida. Esto de encontrarlos así duele; duele pensar las cosas que habrá pasado antes de perder la vida. Pero al mismo tiempo es una etapa que se cierra, valoramos lo que significa tener un lugar donde llevarle una flor o hacerle un homenaje”, indicó Maschio a Radio Ciudadana (FM 89.7).    

Al mismo tiempo, expresó que recibió la noticia con dudas y miedos al momento de decírselo a su madre. “Mi madre siempre el tema la ha tratado bastante mal. Pero realmente me ha sorprendido mucho la entereza que tuvo cuando le dije el tema”, indicó Maschio.

Raúl nació en Concordia el 31 de agosto de 1955 y al momento de su desaparición se encontraba viviendo en La Plata donde estudiaba Psicología en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y trabajaba durante la mañana en Catastro de la Provincia de Buenos Aires. Vivía en una casa de un casero que estaba vacía que le habían provisto los dueños de una fábrica que proveía de insumos a Pindapoy, donde trabaja el padre. “Ahí vivió tres meses y ocurrió lo del secuestro”, dijo. La familia pudo reconstruir el operativo realizado el 6 de diciembre de 1977 por el relato de los vecinos que contaron que llegaron cuatro o cinco autos de los que se bajaron hombres de civil y comenzaron a rodear el galpón y la casa donde estaba Raúl estudiando. Un grupo lo sacó esposado y encapuchado y lo metieron en el baúl de un auto donde ya tenían a otro detenido y otro se llevó pertenencias de la casa.

“En esos días se llevó a cabo un Operativo llamado Escoba que apuntaba a romper la organización del PCML (Partido Comunista Marxista Leninista). Creo que todos los que militaban ahí fueron cayendo”, dijo. Según el informe, en el Cementerio de La Plata “hay miles de cuerpos NN que les habían fraguado enfrentamientos”. “El mismo caso que Tito”, dijo. A veces, le preguntan si el hermano “andaba en algo”. “Todavía quedan esos resabios. Mi hermano estudiaba Psicología y empuñaba libros de Freud que para la dictadura eran libros de gruesísimo calibre”, es la respuesta con ironía evidente.   

 Además, recordó que muchas veces fueron con el padre a La Plata y realizaron un peregrinar infructuoso. “Le perdimos el rastro, realmente fue como que lo había tragado la tierra”, dijo. En 1985, cuando salió el libro de la Conadep, un testigo sostuvo que lo había visto en el Batallón 601 de Comunicaciones de City Bell. Maschio fue secuestrado en Gonnet, y pasando la avenida de ingreso a La Plata, está City Bell.

Finalmente, luego de 33 años de aquella novedad, finalmente aparece la confirmación del hallazgo del cuerpo en el Cementerio de La Plata en una fosa común. Maschio valoró el trabajo el EAAF. “Es algo realmente sensacional, la paciencia y la contención sobre los familiares. La chica que vino del equipo a Concordia es algo extraordinario su predisposición y su forma de hablar”, dijo. Se reunieron en la vivienda de María Emma Pappeti, hermana de Jorge Emilio, soldado conscripto desaparecido en el Regimiento local, y allí recibió la novedad.

“Este informe marca lo más fuerte de lo que ocurrió con él”, dijo. La fecha de muerte el 26 de enero de 1978. “Lo más indignante es que lo tuvieron un mes y medios secuestrado en un campo clandestino de detención y al mes y medio lo matan y lo tiran en una ruta y lo hacen aparecer como muerto en enfrentamiento”, dijo. Esa información obraba en el Cementerio. “Motivo de la muerte: impacto de bala por estar en un enfrentamiento”. Sus restos revelaban que había recibido dos impactos de bala: uno en la cabeza y otro en la clavícula.

En 2009 hubo una orden de exhumar a todos los NN que estaban en el Cementerio de la Plata y se los entregaron al EAAF y allí comenzaron el trabajo. “Es un trabajo encomiable que no sé cómo lo hacen porque tienen más de 20.000 muestra de ADN y tienen que cotejarlos con los cuerpos que encuentran”, señaló. El resultado del análisis de los ADN de Raúl, de su hermano Eduardo y de la madre dio un 99 % de certeza.

Maschio, periodista, dijo que es importante que las nuevas generaciones sepan lo que pasó y lo duro que fue para quienes nos tocó vivir esos momentos”. “Hay que reivindicar más que nunca al derecho a la vida antes que nada; la vida de todos, de quien sea. Sumarlo ante la muerte, uno ve que se pide pena de muerte, endurecimiento de penas y fíjate que los organismos de derechos humanos nunca jamás pidieron venganza ni pena de muerte. Al contrario, pidieron verdad y justicia”, dijo.  

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