Cada vez más mujeres se ligan las trompas para no tener hijos

Toda persona mayor de edad, dice la Ley Nº 26.130, sancionada por el Congreso Nacional el 9 de agosto de 2006, tiene derecho a acceder a la realización de las prácticas denominadas “ligadura de trompas de Falopio” y “ligadura de conductos deferentes o vasectomía” en los servicios de salud.
Esas prácticas, métodos contraceptivos de carácter irreversible, dice la norma, están autorizadas para toda persona “capaz y mayor de edad que lo requiera formalmente, siendo requisito previo inexcusable que otorgue su consentimiento informado”. No es requisito, en cambio, el consentimiento “del cónyuge o conviviente ni autorización judicial”.
En la provincia, aún cuando nunca prosperó una ley de adhesión a ese marco normativo nacional –en septiembre de 2006 un grupo de diputados provinciales presentó un proyecto que durmió el sueño de los justos–, la ligadura de trompas, y la vasectomía, en mucha menor proporción, son prácticas corrientes en un grupo de al menos tres hospitales públicos, y en número cada vez mayor: el Hospital San Roque, de Paraná, Delicia Masvernat, de Concordia, y Justo José de Urquiza, de Concepción del Uruguay. El resto, no, y por eso se deriva, fundamentalmente a Concordia y Paraná.
De igual modo, existe una normativa interna de Salud que obliga a los hospitales públicos de la provincia a prestar ese tipo de cirugías. Una disposición firmada en octubre de 2006 por la entonces directora de Maternidad e Infancia de Entre Ríos, Sonia Velázquez, puso en conocimiento de los directores de hospitales de los alcances de la Ley Nº 26.130, y aconsejó que en caso de no tener la capacidad de realizar ese tipo de cirugías, “deberá coordinar con el establecimiento de mayor complejidad de la red sanitaria provincial” para la derivación de los casos.

CUELLO DE BOTELLA. La ligadura es una cirugía que consiste en “cerrar” las trompas de Falopio de una mujer para producir su esterilidad permanente. Al producirse ese cierre, se impide el paso de los óvulos desde el ovario hasta el útero y de los espermatozoides en sentido inverso.
La ligadura de las trompas se considera un método de esterilización permanente, aunque hay médicos que sostienen que se puede restablecer la fertilidad aunque mediante un procedimiento quirúrgico más sofisticado y complicado, que no siempre concluye con éxito de conseguir un nuevo embarazo.
Miguel Coniglio, jefe de la Maternidad del Hospital San Roque, de Paraná, dice que cada día se realiza una práctica de ligaduras de trompas, y no se hacen más por impedimentos de infraestructura: sólo hay sala de partos, no quirófanos, que por imposición de las urgencias se reconvierten en quirófanos. Y hay días, cuando la demanda es alta, en los que uno se convierte en dos: una camilla al lado de la cama de la sala de partos multiplica el espacio, y la capacidad de realizar cirugías.
“Todos los días tenemos una litis tubaria. Pero antes de realizar esa práctica le hacemos firmar un consentimiento a la mujer, y antes se le explica de la existencia de otros métodos anticonceptivos, porque la litis tubaria es definitiva. Provoca una esterilidad que es permanente. Le hacemos entender a la mujer que no hay posibilidad de revertirlo”, señala.
–¿Por qué sólo una práctica por día?
–Porque tenemos un solo quirófano en la Maternidad, y no es suficiente. Hay muchas derivaciones, y eso provoca cirugías simultáneas. A veces, lo que hacemos es instalar una camilla en el quirófano para realizar dos intervenciones simultáneas. Eso ha pasado esta semana: el jueves hicimos eso.

EN AUMENTO. Patricia Ledo, jefa del Servicio de Obstetricia del Hospital Delicia Masvernat, de Concordia, admite que hay un crecimiento en el número de ligadura de trompas que se realizan, y que ya representan el 10 % del total de los 2.600 partos que ocurren en ese nosocomio al año.
“Nosotros tenemos una demanda importante de ligaduras. La mitad se resuelve en la cesárea, que representan el 25 % del total de partos. El resto, cuando hay parto normal, la práctica se realiza a los dos o tres días. Aunque en ese caso se presentan algunos inconvenientes: por ejemplo, que la paciente no vuelva, o no pueda permanecer tantos días después de un parto normal. O que nos encontremos con medidas de fuerza de los empleados que compliquen las cirugías programadas”, sostiene.
Ledo explicó que la ligadura “es una operación sencilla, y breve, y requiere el mismo tiempo de internación que una cesárea”, y si bien desde hace tiempo se practica, recién luego de que se sancionara la ley nacional, en 2006, comenzó a realizarse con más frecuencia, y sobre todo, empezó a ser registrada en las estadísticas hospitalarias. Pero los avances no han sido parejos: no todas las mujeres acceden de modo igualitario al derecho a practicarse una ligadura. Y es consecuencia de que la red hospitalaria provincial no está completamente en condiciones en infraestructura y personal, o estándolo, por motivos que se desconocen, en determinados nosocomios hay prácticas que están vedadas.
“En el Hospital Masvernat –dice Ledo– la mayor cantidad de prácticas son derivaciones del hospital de Feliciano, por falta de infraestructura y personal; pero también tenemos derivaciones de Chajarí, de Federación y de Federal, donde sí tienen infraestructura y personal, pero igual derivan”.

El Iosper da cobertura

ARIEL DE LA ROSA, vicepresidente del Instituto Obra Social de la Provincia de Entre Ríos (Iosper), asevera que no hay trabas al momento de autorizar prácticas como la ligadura de trompas solicitada por alguno de los 270 mil afiliados que el organismo tiene. “Está dentro de lo que son las libertades individuales, y hay una ley que está aprobada, reglamentada, y que lo avala, y cada persona, cada pareja opta por el método anticonceptivo que mejor le convenga para su planificación familiar”, plantea.De la Rosa refiere que tanto la ligadura como la vasectomía “son métodos definitivos, y si bien las trompas se pueden recanalizar, se está hablando de un porcentaje de éxito que no llega al 70 %”, consigna El Diario.
Pero al margen de esas disquisiciones, sostiene que en el Iosper “adherimos a la ley nacional, y esas prácticas se autorizan si alguien lo pide. Se lo autoriza siempre y cuando se enmarque dentro de las generales de la ley, con un consentimiento informado. No ponemos reparos”.

El dato

20.696 es el número de nacimientos oficialmente notificados en el Registro Civil de Entre Ríos durante 2009.

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