El Gobernador está facultado constitucionalmente para proponer candidatos, los senadores para analizar el pliego. Busti introdujo la audiencia pública, que no está en la Constitución, pero le otorga mayor sostén, mayor base social, mayor transparencia, dice Cáceres en la nota enviada a DIARIOJUNIO. Esa iniciativa del poder ejecutivo hasta la fecha no se ve reflejada en el poder judicial»-sentenció «Pero hasta ahora se han respetado todos los mecanismos constitucionales, excepto que, los que opinan desde las asociaciones que nuclean al poder judicial, no deberían hacerlo. Pero, bueno, fomentan el debate y eso es bueno»
Más adelante Cáceres reflexionó: » Lo que no entiendo es porqué, si no les gustan los mecanismos constitucionales vigentes, hicieron todo lo posible por no reformar la constitución. Al final, se descubre que detrás de todas estas aclamaciones hay un intento de cooptación de la justicia, pero de parte de las corporaciones que están insertas en el Poder Judicial. Esta es la Constitución que tenemos, nos cansamos de decir que la queremos reformar y ampliar las bases sociales, aumentar los grados de democracia directa. Nos dijeron que no, que esta Constitución era sabia, que era progresista. Bueno, entonces, porqué tantos se rasgan las vestiduras cuando se aplican los mecanismos constitucionales»
«Detrás de la independencia de la justicia se cuelan los corporativos. La independencia de criterios es central, pero no entender que la soberanía reside en el pueblo, que un buen juez tiene que ser, no sólo un excelente jurista, sino también un tipo con sensibilidad social, con sentido estratégico, con un proyecto de sociedad plural, es decir, además de excelente jurista, tiene que ser un cuadro político. Ese es el caso de Zafaroni (Raúl), que fue diputado porteño y constituyente del Frente Grande»
Inmediatamente después de referirse a Zafaroni, Cáceres y sin inmutarse trazó un paralelo, entre Zafaroni y Castrillón, nada menos, lo dijo así : «Castrillón es un cuadro político, fue legislador varias veces, ha elaborado y defendido leyes, sabe de la justicia, no sólo de los tribunales, los fallos, las leyes, sino además sabe de la injusticia social, del hombre común, de la distancia entre lo que las corporaciones creen de sí mismas y lo que el pueblo piensa de ellas.
Al final y quizá como forma de reivindicarse por todas las afirmaciones anteriores, Cáceres señala lapidario “Los que objetan que Castrillón haya sido legislador, creen que hablan de un poder impoluto, bien visto, y la verdad que la justicia es despreciada por la sociedad, es vista como corporativa y cerrada, lejana a los problemas de la gente. Eso hay que cambiarlo, y si Castrillón no sirve para cambiar eso, muy bien, habrá que buscar a otros. Pero los que nos llevaron a esta situación mal pueden dar consejos de independencia y transparencia, porque hace décadas que están ahí y no han logrado nada de lo que se proponen.»