Las testimoniales a las personas que compartieron la guardia del 12 de diciembre de 2019, apuntarán a reconstruir lo que sucedió esa noche a partir de lo que escucharon, vieron e hicieron, determinando lugares y rangos horarios, entre otros pormenores para intentar poner luz sobre lo sucedido.
Por otra parte, ante la abrumadora cantidad de pruebas incorporadas en el expediente por parte de la querella, la justicia dispuso la re autopsia de los restos del cabo Arias que será hecha por peritos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, todavía sin fecha designada.
La muerte de Arias
La noche del 12 de diciembre del año 2019, el cabo primero de Intendencia, Jorge David Arias Moreyra, realizaría su última guardia en el puesto norte del Regimiento de Caballería de Tanques Nº6 “Blandengues” de la ciudad de Concordia. Arias moriría en circunstancias dudosas, a los 21 años, supuestamente dándose dos tiros con un fusil de guerra FAL (Fusil Automático Liviano).
Sin embargo, además de las irregularidades denunciadas en la investigación, detrás de su extraña muerte asoma un trasfondo de corrupción, encubrimientos y acoso: El soldado correntino, oriundo de Paso de los Libres, se desempeñaba en la sección Intendencia dentro del regimiento Nº6 “Blandengues”, que es la encargada de administrar la comida, la ropa, viáticos y combustibles. Ex compañeros de Arias en el regimiento testimoniaron a DIARIOJUNIO que el joven voluntario era hostigado de forma permanente (“meado”, según la jerga militar) y obligado a hacer un trabajo de encubrimiento, bajo presión de sus superiores, por malversación y robo de combustibles y otros insumos. Justamente, la muerte de Arias, sucede tiempo después que se descubrieran robos de donaciones con destino a personas inundadas y que la Secretaría de Acción Social de la Municipalidad de Concordia guardaba en un galpón del regimiento. Arias era un testigo clave de todos aquellos ilícitos cometidos.
https://www.diariojunio.com.ar/susana-moreyra-no-tengo-dudas-de-que-a-mi-hijo-lo-mataron