El interventor será José Antonio Penca Prelat, un hombre de la confianza del intendente, que tendrá un plazo de «no más de 30 días para reorganizar el funcionamiento».
La medida se conoció en el mismo momento en el que la ciudad vive una inédita situación de interrupciones en el suministro de agua potable, atribuida a la pronunciada bajante del río Uruguay, que descendió hasta los 37 centímetros. Tampoco y tal lo informado ayer por DIARIOJUNIO, habrá actividad en las escuelas, a raíz precisamente de esta situación.
El Ejecutivo Municipal asegura que en virtud de los reclamos, «se realizó un relevamiento que abarcó aspectos» referidos al personal, sueldos, insumos y recaudación. Ese relevamiento mostró que en lugar de los 2,3 millones de pesos que deberían ingresar anualmente, se está recaudando algo más de un millón. Casi la misma suma que demanda el pago de los sueldos y gastos básicos de esa misma dependencia.
También se señala que «se constató la faltante de elementos», en esencia una importante cantidad de sulfato de aluminio y otros elementos necesarios para la potabilización del agua. El Ejecutivo también realizó una denuncia penal y «las instrucciones sumarias del caso para establecer responsabilidades».
Aunque no hubo precisiones oficiales sobre este punto, algunas versiones indican que la faltante sería de más de 30 toneladas de sulfato de aluminio y otras seis de cal viva. También se afirma que fueron sustraídas piezas metálicas (de bronce y plomo) de los contenedores donde se prepara el sulfato.
Mientras tanto, hay quienes establecen paralelismos entre los inconvenientes en el suministro de agua y la sustracción de elementos de la Planta, insinuando que en realidad la bajante del río poco tuvo que ver con la escasez de agua, y que se habría querido ocultar el verdadero problema. Esto fue rotundamente desmentido por las autoridades municipales, que aseguraron que el servicio de provisión de agua se normalizará en el transcurso del día de hoy.
