Busti volvió a ratificar en el cargo a la ministro de Salud y Acción Social, Graciela Degani, pese a los fuertes cuestionamientos sobre su responsabilidad en el manejo de la mercadería incinerada recientemente, y la harina vencida que se comprobó que fue entregada a diferentes comedores escolares de Paraná y La Paz. Fuentes oficiales indicaron a Análisis Digital que el mandatario se comunicó con la alta funcionaria para expresarle su respaldo. En tanto, pudo saberse que la ministro de Acción Social de la Nación, Alicia Kirchner, nunca se comunicó con el gobernador, tal como había sostenido su esposa, Cristina Cremer en diferentes declaraciones periodísticas. «Al parecer, hubo una interpretación errónea de parte de la señora del primer mandatario», se acotó. Degani indicó que nunca pensó en renunciar a su cargo.
El gobernador, que ayer viajó a Capital Federal, se comunicó en varias instancias con la ministro Degani, quien en las primeras horas del jueves partió a Mar del Plata, para participar de un encuentro de ministros de Salud de las provincias, pero regresó a la tarde, ante el planteo de que retorne «en forma urgente» de parte del primer mandatario. En todo momento, Busti le expresó su apoyo y, de hecho, rechazó el planteo realizado por el bloque de diputados provinciales de la UCR, quienes exigieron su inmediata renuncia al cargo.
Busti siguió atentamente los hechos que se conocieron durante la jornada de ayer -fundamentalmente los relacionados a la aparición de diferentes partidas de harina vencida entregada por el gobierno a diferentes comedores escolares de Paraná y La Paz-, como así también las actividades de su esposa, Cristina Cremer, directora del área de Discapacidad de la provincia, quien quedó envuelta en la situación, al ser ella quien se encargó de distribuir la mercadería cuestionada. Incluso, el mandatario se habría molestado por las declaraciones de su esposa, quien dijo que la ministro de Salud de la Nación, Alicia Kirchner, se había comunicado telefónicamente con él, para plantearle su preocupación. Una alta fuente del gobierno indicó que, al parecer, la esposa del gobernador malinterpretó lo que le indicó Busti, cuando éste le habría dicho que iba a hablar al gobierno nacional para lograr que se cambie el método de entrega de la mercadería.
En tanto, la ministro Degani rechazó los cuestionamientos del bloque de diputados de la UCR -quienes exigieron su renuncia- y dijo que continuará en el cargo. En declaraciones a la emisora estatal LT14, la funcionaria reiteró que «este episodio se debió a una mala estibación, que dejó esta mercadería atrás y debajo de la que fue llegando luego; además nosotros tenemos todos los controles necesarios, y desde el Tribunal de Cuentas se nos controla y se nos audita permanentemente, como así también el área de Bromatología nos controla, de lo cual tenemos todas las actas pertinentes». Obviamente, la ministro nunca contó por qué el miércoles, cuando ofreció una conferencia de prensa en su despacho, obvió totalmente la existencia de otras partidas -fuera de la mercadería incinerada-, que pese a haber estado vencidas, fueron entregadas a diferentes lugares.
En tanto, ante una consulta concreta, Degani dijo desconocer si la harina se le había comprado al cuestionado empresario Sergio Taselli, ya que «los alimentos se adquirido por licitación desde Buenos Aires, por lo que no me compete a mi conocer los ganadores de tales licitaciones». Cabe acotar que Taselli es el dueño de la fábrica que produce la harina Bruning, que tiene sede en San Jorge, provincia de Santa Fe.