Fuentes vinculadas a la investigación explicaron que la mujer vivió en San Benito hace algunos años, aunque luego se radicó en Villaguay, 150 kilómetros al este de la capital entrerriana, cuando su marido fue asesinado por desconocidos.
Fuentes judiciales admitieron hoy que, según uno de los testigos, la prostituta estuvo en San Benito dos días antes del secuestro de Fernanda y retornó a Villaguay cuatro días después con bastante dinero en su poder.
Aparentemente, agregaron los voceros, «La Colorada» mantiene una relación amorosa con el testigo que la mencionó en la causa, un joven de 27 años con numerosos antecedentes penales.
Siempre de acuerdo a la información dada por este testigo -que pretenden cobrar la recompensa de 100 mil pesos que el Gobierno de Entre Ríos ofrece a quien aporte datos sobre el caso-, «La Colorada» le ofreció varias veces realizar secuestros y le explicó que si el «trabajo» se ponía difícil «se arregla con un tiro en la cabeza de la víctima».
El joven añadió también a los investigadores que «La Colorada» le entregó un revólver calibre 22 y le dijo que era el que había sido utilizado para matar a Fernanda, por lo que le pidió que se deshiciera de él. El arma aún no apareció.