Un bebé de nueve meses permanece internado en el Hospital Materno Infantil San Roque, mientras la Policía investiga las circunstancias en que se produjeron las lesiones y los operadores del Consejo Provincial del Niño el Adolescente y la Familia (Copnaf) se encuentran trabajando también con una hermanita del pequeño.
El niño ingresó al hospital el martes por la noche, con traumatismo de cráneo, contusión ocular y hematomas en el rostro, producto de golpes en el maxilar y en una oreja, después de haber sido golpeado por su padre, según los dichos de la propia madre del niño.
Analía Retamar, de 20 años, denunció haber sido agredida por su pareja y que el hombre también golpeó al chico. “Lo golpeó porque lloraba porque quería la leche”, contó. “Es el padre (del chico) y ya es la segunda vez que le pega, pero a la otra nena nunca le pegó. A éste le pega porque dice que no es de él”, agregó la joven, según publica El Diario.
La familia vive en la zona de Moisés Lebensohn al final, pero la joven radicó una denuncia en sede policial y solicitó que el hombre sea apartado del hogar.
Respecto del estado de salud del niño, la encargada del área de trabajo social del hospital, Rina Scaglione, confirmó a Elonce TV que el bebé había sido víctima de “maltrato intrafamiliar”, pero aclaró que “se encuentra internado en una sala común y está siendo evaluado con los estudios pertinentes” y aseguró que “el chico se encuentra estable y totalmente fuera de peligro”.
La profesional enfatizó que en el caso están interviniendo operadores del Copnaf y el equipo interdisciplinario del hospital, tratando de reunir información que les permita elaborar un informe para entregar a la Defensoría de Pobres y Menores. “Estamos trabajando con el niño y su hermanita, para proteger la vida de ambos”, acotó.
Cotidiana violencia. Por otra parte, Scaglione comentó que en el Hospital de Niños “se recibe un promedio de tres casos por semana de violencia intrafamiliar” que son registrados por el área de trabajo social del nosocomio.
La profesional aclaró que “no son sólo casos de violencia física sino también de maltrato psicológico, porque hay padres que les dicen cosas feas a los chicos, que los lastiman verbalmente o con actitudes que se reflejan en los niños en otras enfermedades somáticas. Eso deja marcas muy profundas”, aseveró.
“Estos casos no deben llevar solamente a espantarnos, sino a ver qué responsabilidad tiene cada uno. Dejemos de cerrar las ventanas y si escuchamos que maltratan cotidianamente a un chico de al lado, o le dicen palabras feas, tenemos que intervenir. Si no lo quiero hacer público, llamo al 102 y sin dar mi nombre cuento lo que ocurre, entonces no llegamos a este punto de tener una criatura de nueve meses golpeada. La comunidad podría ayudar a no llegar a este extremo. Es simple, no es tan difícil llamar”, reflexionó finalmente la trabajadora social.
