Bronca e indignación por los aumentos de luz

Ya la semana anterior DIARIOJUNIO publicó la indignación de los productores arroceros de Entre Ríos cuando recibieron boletas de luz por parte de la empresa provincial Enersa con valores de entre 200.000 y 300.000 pesos. Los productores observaban con estupor las facturas correspondientes al consumo de noviembre y diciembre de 2017, período que comienza el riego del grano y que se extiende hacia mediados de febrero.

Del mismo modo, el gastronómico decidió publicar su reclamo en las redes sociales y resultó que no era el único indignado por la situación: las réplicas no tardaron en multiplicarse y confirmar que las abultadas cifras no sólo impactaron en coquetos restaurantes de privilegiada ubicación. “En mi local vino 24000 pesos y sólo tengo 1 aire grande. Una locura”, comentó el dueño de Helados Italia, “Somos 3 en mi familia, estamos afuera todo el día y me llegó más de 2000 pesos cuando antes sólo pagaba 600", protestó otro. "Estamos indignados, directamente no puedo pagar los 1800 que llegó en mi casa", dijo otro y asi le siguieron varios. 

"Estoy casi en los 30 mil pesos de luz y la realidad es que yo tengo un negocio que ni siquiera está tantas horas abierto. Si bien tengo cuatro aires acondicionados, sólo los prendo cuando llega la gente  y el local trabaja menos de 8 horas diarias", aseguró Lapiduz. "Es una pena porque en esta época uno espera hacer la diferencia y que te llegue una factura luz de 29 mil pesos lo hace muy complicado, son casi 10 mil más que la boleta anterior y es mucho dinero" 

De esta manera queda evidenciado lo que ya se había anunciado a fines del 2017 respecto a los aumentos tarifarios cuando desde el Ente Provincial de la Energía de Entre Ríos (EPRE) estimaron que en diciembre sería de un 21% y en febrero otro 13%. "Se acabó la época de aclimatar un salón como el mio que es para 200 personas. Imagínate que a mi me sale casi 1000 pesos de luz por día que abro mi restaurant, de 12 a 15 y de 20 a 00 y no puedo volcar ese aumento en la carta", lamentó. "Ni siquiera uso el aire para mí cuando entro a las 9 a preparar todo. Pero bueno, la realidad es que no queda otra que pagarla y seguir trabajando", finalizó. 

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