El extenso informe, al que accedió Análisis Digital, está fechado el 12 de julio y corresponde a la inspección que se realizó el 3 de julio en las instalaciones del depósito central del Ministerio de Salud y Acción Social de la provincia de alimentos para programas sociales, ubicado en dependencias pertenecientes al Ejército. En el mismo, se detalló que “exteriormente se observan serios daños edilicios” en la estructura de los dos galpones, “principalmente la parte anterior que se presenta demolida y las puertas con soluciones de continuidad al exterior propio de la falta de mantenimiento adecuado”.
Además, se indica que al abrir el Depósito N° 1 “se percibió un fuerte y penetrante olor, característico de roedores en todo y cada una de las dependencias del referido local” por lo que se observó que “el edificio y los alimentos allí depositados no cumplían con las condiciones higiénico sanitarias y bromatológicas mínimas requeridas para garantizar su conservación y la inocuidad de su posterior consumo”.
Y prosiguió: “En el entrepiso se encuentra depositado a cada lado y contra la pared fideo en condiciones idénticas de insalubridad. Al fondo del depósito existen baños en desuso con abundante humedad y manifiesta suciedad y cuevas de ratas en actividad. El recinto que le antecede, tiene acceso directo, y en él se encuentran depositadas cajas de dulce de membrillo apiladas directamente sobre el piso con signos de derramamiento de producto por presión e indicios evidentes de putrefacción, también se constata pack de picadillos enlatados, junto a los cuales se encuentran tirados desechos de distintas mercaderías. Se observa gran cantidad de polvo, excremento y restos untuosos de orín de roedores sobre los alimentos y el piso”.
Como conclusión de la inspección de este primer depósito, se aconsejó: “La clausura preventiva del local mediante fajas de seguridad y precintos en los accesos, mientras disponer las medidas necesarias, destinadas a lograr la disposición final de los productos y concluir que los artículos, a excepción de los enlatados envasados en cajas intactas, no deben ser destinados para el consumo humano ni animal”.
Asimismo, en la inspección del Depósito N°2 se comprobó “la presencia de materia fecal de roedores y signos de suciedad en los alimentos para celíacos en cajas reutilizadas; alimento a base de cacao en polvo en cajas reutilizadas y sueltas de almidón de maíz, almidón de mandioca, fideos, arroz y otros, por lo cual se procede al decomiso”.
Por todo ello, se sugirió: “Proveer de guantes de látex y barbijo a todo el personal que se ocupe durante las operaciones de manipulación de la mercadería y limpieza posterior de los locales; proceder a la desnaturalización de todos los productos perecederos de ambos depósitos y las partidas de leche en polvo y productos para celíacos”. El método aconsejado para la inutilización de los productos “es un procedimiento mecánico, aplastamiento con maquinas y posterior entierro en fosa de dos o tres metros en un lugar lo más alejado de los centros urbanos”.
Finalmente, se instó a “proceder a imponer un programa de desinfección profunda del local, desinsectación y desratización intensiva por todos los métodos; reacondicionar paredes y mampostería de ambos depósitos, y de no ser posible proceder al rápido traslado a otro local que cumpla con las condiciones higiénico sanitarias y bromatológicas exigibles para este tipo de emprendimiento”.