La suspensión por sólo 10 días en las obras desató las nuevas controversias con Argentina y la reinstalación de piquetes en dos de los tres puentes internacionales que originaron durante el largo feriado todo tipo de inconvenientes en el tránsito, renovado malestar en el gobierno uruguayo y reclamos para que la administración del presidente Néstor Kirchner ponga fin a esos bloqueos, que tanto el presidente Tabaré Vázquez como el canciller Reinaldo Gargano y dirigentes políticos enfatizan en su ilegalidad. Los bloqueos a los puentes sobre el Río Uruguay comenzaron el 23 de diciembre con períodos de apertura, pero el 3 y 16 de febrero se hicieron continuados hasta 20 días atrás cuando se levantaron y volvieron a reimplantarse previo a la Semana Santa.
Sólo permaneció abierto el puente Salto-Concordia, pero con fuertes aglomeraciones por la cantidad de vehículos que se desplazaron.