Botnia ofrece sus instalaciones para tratar aguas residuales de Fray Bentos

El ofrecimiento de la firma finlandesa responde a las conclusiones del informe de Hatfield solicitado por la Corporación Financiera Internacional (CFI) del Banco Mundial y ayudaría al tratamiento de las aguas servidas de esa ciudad uruguaya, y simboliza una propuesta de acercamiento de las partes en medio del conflicto que Argentina y Uruguay mantienen por la contaminación que provocarán en la costa del río de los pájaros las dos plantas papeleras que se levantan en Fray Bentos.
Según la CFI, el brazo financiero del Banco Mundial para el sector privado, “el procesamiento de las aguas residuales significaría una reducción en la descarga de Demanda Biológica de Oxígeno (DBO) y de coliformes y por lo tanto una mejoría en el estado actual de las aguas del río”, transmitió Botnia.
Sin embargo, el titular del Centro de Derechos Humanos y Ambiente (Cedha), Jorge Taillant, consideró que “Botnia ahora quiere hacerse la buena porque tiene la sensación que le va a ir mal en el Banco Mundial”.
“A una semana de que el directorio del banco deba analizar su crédito y sabiendo que quizá no lo aprueba o ni lo trate, quiere mostrarse dispuesta”, dijo Taillant en diálogo con la agencia Noticias Argentinas. De todos modos, sostuvo que “Botnia ha demostrado a lo largo de este tiempo que no le interesa el pueblo de Gualeguaychú, ni el conflicto entre la Argentina y Uruguay”.
A través de un comunicado difundido el martes, la empresa subrayó que también está en condiciones de contribuir con la empresa de celulosa y papel Pamer de la ciudad uruguaya de Mercedes para disminuir el vertido de sus efluentes.
Botnia afirmó que Pamer —vierte efluentes sobre el Río Negro, que a su vez desemboca en el Uruguay— carece de un sistema de recuperación de químicos del licor negro, por lo que propuso procesar el líquido en la caldera de recuperación de su planta.
La compañía europea sostuvo que según el informe de Hatfield, “esto reduciría la descarga de DBO en el Río Uruguay en aproximadamente 8.000 kilogramos por día y lograría una reducción de la descarga de Demanda Química de Oxígeno (DQO) y de otros contaminantes”.
Precisó que la implementación de estas medidas se encuentra en estudio “conjuntamente con las autoridades uruguayas correspondientes” y recalcó que “estaría en condiciones de ponerlas en práctica luego de que la planta comience a funcionar en el tercer trimestre del año 2007”.

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