Argentina aseguró hoy ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya que Botnia «contamina” y causará un «daño irreparable” al ecosistema del río Uruguay, protegido por el Estatuto de 1975, que fue violado por el Estado uruguayo al autorizar la instalación de la pastera.
«Nosotros sabemos que la planta Botnia contamina, que no cuenta con la mejor tecnología y que hubiese sido prohibida en Europa”, afirmó la embajadora Susana Ruiz Cerutti ante la Corte de La Haya en la apertura de las audiencias orales por el juicio contra Uruguay.
Ruiz Cerutti sostuvo que el Botnia causará un «daño irreparable” al ecosistema del río, porque ya está contaminando, y así «lo demuestran los informes científicos –entregados a la Corte el pasado 30 de junio y 15 de julio- y los numerosos incidentes así como explosiones que han ocurrido en la planta”.
«Estamos preocupados por la salud de los habitantes ribereños, quienes se han manifestado contra la planta ante los olores nauseabundos”, añadió Ruiz Cerutti, jefa de la delegación argentina en el juicio ante La Haya. «Cada día, la fábrica desprende una enorme cantidad de contaminantes en el agua y en el aire», continuó.
«Huele a huevo podrido”, denunció la consejera legal de cancillería, al referirse a la emanación de ácido sulfhídrico que «no sólo llega a la costa sino al centro de Gualeguaychú”.
Al comienzo de su exposición, Ruiz Cerutti sostuvo que Argentina no sólo acude a la Corte para denunciar a su par uruguayo por violar el Estatuto del Río Uruguay, sino también para «salvar” este instrumento jurídico «precursor en términos de protección del medioambiente y del ecosistema del río”.
La ex canciller expresó además la satisfacción de Argentina por el hecho de que ENCE haya decidido deslocalizar su planta, pero advirtió que esto «no cambia la naturaleza” de la demanda contra Uruguay. En ese sentido, Ruiz Cerutti ratificó que la autorización y encargo por parte de la Uruguay de la construcción de Ence y Botnia sin previamente informar ni consultar a Argentina y al CARU (Comisión Administradora del Río Uruguay) es una «violación flagrante” de las obligaciones del Estatuto de 1975.
Asimismo, la delegada argentina subrayó que Uruguay «siempre se negó a dar información durante las negociaciones en relación al motivo por el cual había decidido el actual emplazamiento” de Botnia. «Este emplazamiento es el peor, es un peligro para el medioambiente”, dijo Ruiz Cerutti, quien señaló que la actitud de Uruguay sólo se comprende porque la decisión la tomó el inversor, Botnia, «por razones económicas”.
La embajadora insistió en que «el olor que emana de Botnia es nauseabundo y deteriora la calidad de vida y la salud” de los habitantes de Gualeguaychú y el balneario Nandubaysal. «Y este es solo el comienzo”, advirtió ante los jueces del tribunal internacional.
De cara a la nueva fase del proceso, remarcó que la Corte – en su resolución del 13 de julio de 2006 sobre las medidas provisionales solicitadas por Argentina-, expresó que la construcción de Botnia en el actual emplazamiento «no puede ser considerada un hecho consumado”, ya que si se dictamina que se inflingió la ley, «los trabajos deben frenarse, modificarse o desmantelarse”.
Por su parte, el abogado Philippe Sands defendió la «sensibilidad” del lugar en el que está emplazada Botnia debido a las características peculiares del Río Uruguay, que tiene dificultades para diluir efluentes contaminados.
Según Sands, el Río Uruguay corre lento cerca de la planta e incluso muchas veces, a causa de los fuertes vientos, lo hace en sentido contrario, con lo que en vez de sacar los efluentes hacia la desembocadura, los lleva hacia arriba.
Esto fue lo que ocurrió en febrero con la floración de algas tóxica, que llegaron hasta los Esteros de Farrapos, tal como mostró Sands al tribunal a través de una foto satelital. Argentina expondrá en la fase oral del juicio contra Uruguay hasta el jueves, y la próxima semana será el turno de la delegación uruguaya, que estará representada por el embajador en Estados Unidos, Carlos Gianelli, en sustitución de Héctor Gross Espiell, ausente por problemas de salud.
Al concluir la primera audiencia, Ruiz Cerutti remarcó en declaraciones a Télam que «le hemos intentando transmitir a la Corte la sensación de la población ribereña, que no ha sido consultada y debía haber sido consultada; y que está en contra de estos emprendimientos, porque este es un elemento clave del caso”.
«Estamos haciendo una presentación actualizada, con los informes científico-técnicos” entregados recientemente, que son los que me permiten afirmar que «Botnia ya contamina”, manifestó. Ruiz Cerutti observó que «este es un caso dinámico, porque la planta sigue funcionando y los daños se producen cada día”.
Desde la entrada en funcionamiento de Botnia, en noviembre de 2007, Argentina puso en marcha el plan de Vigilancia del Río Uruguay, basado en Gualeguaychú, tomando los datos directamente sobre del río, lo que dio lugar a un informe técnico que será presentado en la Corte por el Doc. Juan Carlos Colombo, adelantó Ruiz Cerutti.
En tanto, el Secretario de Medio Ambiente, Homero Bibiloni, quien asistió hoy a la inauguración de la fase oral del proceso, dijo a Télam que Argentina confía «en los argumento propios, desarrollados de forma secuencial, estructurada, con una sólida base jurídica de encuadramiento en el caso de por qué es procedente estar en la Corte y cuáles son los impactos y violaciones del Estatuto del Río Uruguay”.
Bibiloni remarcó también «las pruebas de tipo pericial y científico que respaldan la demanda y que se irán desarrollando en los próximos días de audiencia”.
El secretario de Medio Ambiente apuntó que hay elementos «nuevos y significativos que tienen que ver con los olores, la contaminación por la proliferación de algas, y los procesos que utiliza la industria relacionados con la limpieza de la planta”. De acuerdo con el procedimiento, ambas partes dispondrán de dos días para responder a los argumentos de la otra durante la tercer semana de audiencias, que finalizará el 2 de octubre, cuando el juicio quede visto para sentencia.
fuente: Télam