El diputado insistió que “no se siente menos peronista que ninguno de los que integran el Frente Somos Entre Ríos, al que considera un amontonamiento y una lista de candidatos que perdieron en sus ciudades, Bahillo por paliza, Cresto mano a mano quedo detrás de Benedetti, Zavallo jamas gano una interna en Viale, Galliard y Gieco recibieron sus sendas bofetadas electorales en sus departamentos”.
Jorge Busti quien en 2009 ya “Unió al Peronismo”, y fue jefe de campaña en la derrota que le aseguro una banca kirchnerista a su esposa que renovó con el PRO en 2013, “vuelve a querer oficiar de mariscal de la derrota. Yerra estrepitosamente Bordet al querer unir al peronismo con la figura del ex caudillo, ya que es el artífice de tantos odios y heridas sin suturar en el PJ”.
Bordet debería ejercitar la memoria, Busti “retiro a dirigentes de la talla de Jaime Martínez Garbino y Mario Moine, con quien podremos compartir o no sus decisiones de gobierno pero fue el único que se cruzo a tribunales a denunciar un funcionario propio por corrupción. Luego en 2003 hizo que Emilio Martínez Garbino se fuera, en 2005 hizo lo propio con Maya; para en 2006 implosionar con la Ley Castrillon el partido y dinamitarlo definitivamente en 2007 con la lista de Solanas y Cresto, en 2009 nuevamente Maya y Alasino por afuera, en 2011 tomando de su propia medicina sufre la ley Castrillon y tiene que ir por afuera, en 2013 lleva su mujer al PRO, y en 2015 es vice del tránsfuga de Fuertes, para hoy volver y querer erigirse como la piedra basal del peronismo unido”.
“Lo que el peronismo necesita después de octubre es una nueva conducción, volver a las bases, enamorar nuevamente al electorado, con participación de las unidades básicas, incorporar a compañeros valiosos que se fueron por la maquiavelica conducción del Bustismo, pero con la estrategia actual un triunfo seria no solo un aborto de la naturaleza, sino que lo catapultaría, a Bordet, directamente al nobel de química por haber logrado distintos resultados con las mismas técnicas y elementos”.