El salón quedó chico debido a que sólo se preveía el ingreso de empresarios, titulares de asociaciones intermedias y la prensa. Pero adentro había una gran cantidad de funcionarios de las distintas reparticiones que el gobierno provincial tiene en la ciudad. Llamó a recuperar el “Concejo Municipal del Deporte, que fija la política deportiva de la ciudad de Concordia; hay que revalorizar el trabajo del Emcontur para el desarrollo turístico de la municipalidad de Concordia; hay que volver a poner en vigencia el Consejo Asesor del Patrimonio Cultural e histórico de la ciudad cuyos dictámenes muchas veces no son tenidos en cuenta”, indicó.
También prometió que recobrará vigencia el Consejo de Seguridad Urbana. “El problema de la seguridad es un problema que incumbe también al municipio, sobretodo en la faz preventiva”, sostuvo. Citó a numerosas entidades gubernamentales y civiles para que lo integren y añadió que todos “tienen algo para aportar”.
El ex-concejal dijo que apunta a tener equilibrio presupuestario en las cuentas del municipio. “Este equilibrio presupuestario nos permite poder pautar el cobro de tasas en el futuro”, aseguró. Como antecedentes, citó la rebaja de 0,50 % del Impuesto a los Ingresos Brutos que se realizó en la Provincia como un ejemplo a seguir. “Esto se puede hacer en Concordia; pero para hacer esto se necesitan cuentas claras, ordenamiento y previsibilidad”, indicó.
Respecto del Concejo Deliberante, dijo que dejó de ser “una caja de resonancia del pueblo donde se discutían los grandes problemas” debido a la existencia de una “mayoría automática”. Propuso que vuelva a tener vigencia para que “todos los ciudadanos tengan su voz y oído en el Concejo”.
Aseguró que llegará sin condicionamientos políticos para designar “algún funcionario, pariente o amigo” o de alguna corporación de Concordia. Tampoco dijo estar comprometido en llevar a la planta de empleados municipales a “punteros, amigos o parientes”. Y, siguiendo esa línea, se comprometió a no incrementar la planta de personal. “Tengo una carga muy pesada que es no defraudar la moral empeñada por mi padre cuando fue intendente hace 20 años y dejó la planta con menos empleados que la que había cuando asumió”.
Puso la lupa sobre las concesiones, al señalar que “los galpones del puerto son galpones de chatarra e impiden el acceso al público en un paseo que debe ser de todos”. También señaló: “la falta de seguimiento de las concesiones sobre las termas”.
En cuanto a la obra pública, dijo que tiene “ventajas comparativas con otras ciudades” porque Cafesg es la encargada. “Pero falta ponernos de acuerdo entre municipio y provincia”. Haciendo referencia a Urribarri, quien lo miraba de cerca, dijo: “por fin vamos a ponernos de acuerdo en cual es la obra publica que Concordia necesita”. Mencionó estar de acuerdo en definir 10 obras para la ciudad mediante el “presupuesto participativo” para “preguntarles a los vecinos que obra necesitan y definirla en asambleas”.
Más adelante, sostuvo que el primer proyecto que enviará al Concejo Deliberante será restituir la Comisión de Control de Ejecución del Gasto Público, institución creada por el ex-intendente Hernán Orduna y derogada por Cresto. “Voy a pedirle a esta comisión, donde la oposición tiene una participación importante y decisiva que controle mi gestión permanentemente”. Luego de mencionar una frase del léxico peronista: “todos los hombres somos buenos pero si se nos controla somos mejores”, agregó que “ante el menor indicio de alguna irregularidad, el funcionario que la cometa va a ser automáticamente separado de su cargo”.
Respecto del desarrollo social de la ciudad, “tal vez el problema más complejo y preocupante”, señaló que la educación será un “tema central”.