El ministro de Salud y Acción Social de la provincia, Gustavo Bordet, atribuyó a un «error humano» el contagio del HIV a una mujer embarazada durante una transfusión de sangre en el Hospital San Roque de Paraná. Aseguró que los mecanismos de control funcionan perfectamente «pero no están excentos del error humano» y enmarcó el hecho en «un típico caso de mala praxis».
Con estos términos el ministro Bordet intentó explicar, a lo largo de toda la interpelación, el caso que lo llevó hoy al recinto, al que concurrió acompañado por un equipo de colaboradores inmediatos.
Los diputados no pudieron preguntar por la incineración de las 12 toneladas de medicamentos que estaban depositadas en la Secretaría de Salud.Y, se fueron del recinto con un «sabor amargo» (ver aparte).
Los palcos, colmados con una barra a favor del ministro, fueron el marco de una sesión que comenzó minutos después de las 11 y que se prolongó por casi cuatro horas.
Tras las cuestiones formales de la sesión, los diputados acordaron el mecanismo por el que se realizarían las preguntas al ministro e intendente electo de Concordia.
Así, fue la radical Alba López, una de las autoras del pedido de interpelación, quien abrió el debate para esclarecer lo que ella denominó como «un grave hecho» y requerir recisiones acerca de la cronología en la que se desarrollaron los episodios.
Bordet, dijo entonces que las actuaciones realizadas en el Hospital San Roque «fueron las correctas» y puso las responsabilidades «en la persona que tenía a cargo hacer los registros. Se equivocó y esto permitió que se le trasfundiera sangre a esta mujer», ensayó el funcionario al tiempo que intentaba transmitir «total tranquilidad» a la población acerca del buen funcionamiento de los servicios de Hemoterapia en la provincia.
«Se actúo de manera rápida. Primero – dijo-para encontrar al donante que estaba en Paraguay y luego para hallar a la mujer. Tomamos todas las medidas para evitar que el virus pudiera propagarse» garantizó Bordet. Luego, relató que una vez advertido el resultado positivo del análisis «desde el Hospital San Martín se comunicaron inmediatamente con el Hospital San Roque, pero la persona que debía asentar la serología positiva , puso negativo, y es ahí donde ocurre el error humano».
La donación de sangre se realizó un 25 de septiembre. Pero en ese momento no había reactivos para la serología en el hospital de niños.
La transfusión de sangre en el Hospital San Roque se concretó el 9 de octubre de 2006 y, el 7 de marzo de este año, se tuvo la confirmación de Córdoba del resultado positivo del análisis. Pero, en una situación totalmente «atípica» el donante, cuya sangre resultó positiva en el análisis de serología, estaba en Paraguay. Ese paciente y la mamá , fueron informados de esta situación en los primeros días de abril. Justamente, en la misma fecha en que Bordet se entera de lo que sucedía en dependencias que funcionan bajo la responsabilidad del ministerio a su cargo.
Bordet dijo también que a través de la oficina Anticorrupción se realizó una presentación ante el Juzgado de Instrucción N° 8 en la que se constituyeron como querellantes en la causa.
Si bien hicieron uso de la palabra la mayoría de los legisladores opositores, fueron las diputadas Lucy Grimalt (La Red) y Alba López (UCR) quienes más participación tuvieron al momento de formular las preguntas, tal como se había fijado en la reunión de Labor Parlamentaria.
El ministro, por su parte, tuvo respuestas acotadas e insistió reiteradamente en destacar la calidad de los servicios de la Salud en la provincia.
La interpelación se estancó en varias ocasiones cuando se intentaba conocer el mecanismo de información por el que se dan a conocer los resultados de los análisis entre uno y otro nosocomio. Sobre este tema se volvió en reiteradas oportunidades como también en el punto en el que se requería determinar cuáles son los protocolos o normas que rigen los servicios de Hemoterapia en los hospitales.
Fue aquí donde Bordet puso el problema en una cuestión legislativa por la falta de una sanción que permita a la provincia adherir a la ley nacional ya que las vigentes «se contraponen» con lo que ordena la nación. Esta observación, valió una rápida respuesta de Grimalt: «Parece que somos nosotros los responsables de este hecho», dijo la diputada que exigió, una vez más, precisiones sobre qué protocolos son los que se utilizan en los hospitales. Para el médico Mario Giunta, miembro del equipo de colaboradores de Bordet, «cada hospital dicta sus normas. No existe un manual que las unifique» conceptualizó el profesional.
La interpelación se cerró luego de poco más de cuatro horas y los diputados opositores no ocultaron el «sabor amargo» que les dejó la información que ofreció Bordet en el recinto.
Los ausentes.
La diputada Alba López lamentó la ausencia del ex responsable de la Secretaría de Salud, José María Legascue y de los ex titulares de los hospitales San Martín y San Roque. «Los otros responsables hoy no están. Están en su casa. Es una falta de concordancia», dijo la legisladora que anheló que a estos funcionarios no se los premie con otro cargo.
Bordet estuvo acompañado por el flamante secretario de Salud, Mario Elizalde, los doctores Alcain y Giunta, y el responsable de Atención Primaria, Alejandro Germi.
Barra a favor
El ministro Bordet contó con el apoyo de una barra de incondicinales que acompañaban sus explicaciones con asentimientos. Pero, cuando se sintieron absolutamente satisfechos, no dudaron en aplaudirlo.
La diputada López pidió entonces que entendieran el carácter grave del hecho que se intentaba determinar y evitaran ese tipo de manifestaciones.