Al defender la necesidad de derogar la ley, Bordet tildó como un “contrasentido” la existencia de esa prohibición, ya que como mandatario “pelea para que se abran las exportaciones de cítricos a los Estados Unidos y Brasil, y por otro lado tiene un artículo que prohíbe exportaciones”. Reconoció que la derogación fue solicitada por las distintas cámaras forestales y aclaró que desde su gobierno “somos los más interesados en conservar los recursos naturales”.
La Ley de la Madera, que prohibía “la venta y/o salida de rollizos y chips destinada a la exportación como materia prima para empresas fabricantes de pasta celulósica que generan residuos contaminantes, lesiona los derechos de los ciudadanos entrerrianos consagrados en los artículos 41 de la Constitución Nacional y 5 de la Constitución Provincial”.
Al anunciar la decisión de derogarla, el gobernador Gustavo Bordet dijo que -con la norma-, Entre Ríos “pierde la posibilidad de sembrar eucaliptus y de recuperar también un rol importante dentro de la matriz productiva provincial y nacional”.