La mayoría de los siniestros se inician cuando los vecinos comienzan a encender fuego para limpiar los pastizales. Pero las temperaturas que superan los 30 ºc, pastos resecos por falta de precipitaciones y vientos que cambian de dirección en forma constante suscitan un cóctel de imprevisibles consecuencias que muchas veces terminan en incipientes incendios.
En el cuartel de Bomberos Voluntarios aseguraron que las emergencias generan complicaciones dado que la mayoría del personal trabaja durante las horas diurnas y deben abandonar sus tareas para atender las emergencias. “Hoy todo el personal estuvo afectado”, dijo la fuente.
La recomendación para los vecinos es no comenzar ningún fuego debido al fenómeno climático de La Niña que provoca escasas lluvias. Al tratarse de un verano muy seco, el riesgo de incendios aumenta considerablemente.