En uno de las puertas de los móviles que llegaron de Buenos Aires el fin de semana pasado para hacer un ejercicio con Bomberos Voluntarios había una estación meteorológica comunicada con una computadora que indica datos sobre vientos y humedad. Entre otras cosas, la utilidad de la estación consiste -en el caso de derrame de una sustancia gaseosa- en saber adonde la puede llevar el viento. “Es como el fuego. Hay gente que va y prende fuego porque piensa que el viento va para el sur pero se le da vuelta y después se le va para la casa”, indicó Goldfarb.
“Lo que llevan adentro valen U$S 2.000.000”, añadió. Al mismo tiempo, indicó que el equipamiento se puede ir comprando paulatinamente pero se trata de elementos importados de Alemania. “Algunas cosas son imposibles. Se puede comprar de a poco pero hay que tener en cuenta el flete. Si uno compra un equipo, va a pagar lo mismo trayendo 10 equipos”, explicó. Un equipo encapsulado vale U$S 4000. “Es para poder acercarse hasta el lugar donde hay sustancias químicas”, acotó.
El equipamiento de ese tipo tiene tres niveles: A, B y C. “El A es especial, después viene el intermedio para poder trabajar un poco más a distancia y después está el C que es el que tiene que lavar y duchar a aquella persona que ha estado en contacto con la sustancia”, indicó Goldfarb. Desde Buenos Aires trajeron una ducha cerrada. “Algo espectacular pero eso se puede reemplazar, y los vamos a hacer, por una pileta de lona haciendo un duchero de altura. No es lo ideal pero se puede salvar la situación”, acotó.
“De todas formas nos han enseñado a hacer algún elemento casero”, acotó. Por ejemplo, obturadores para tapar algún derrame provocado por goteo. “Se hace un tapón de madera tipo trompo, y se lo inserta. Viene de 2 mm en adelante. Eso si lo podemos hacer en madera, en goma”, explicó el titular de Bomberos Voluntarios.
“Desde ya reconocemos que son los únicos en el país que tienen ese tipo de equipamiento. La Policía Federal tiene equipamiento pero no tan completo como lo tienen ellos con las tolvas para poder absorber las sustancias químicas, lo que separa el agua de la sustancia química, etc.”, expresó.
Por el corredor, por día, deben cruzar 50 camiones. “Algunos sí van identificados con la sustancia que llevan y otros llevan otro tipo de identificación. Como la mayoría va de paso hacia Chile, Perú no se los puede tocar: van en tránsito”, señaló Goldfarb. Incluso algunos ingresan a la ciudad para cargar combustible o por otros motivos.
“No puede hacer nada Gendarmería porque si están en tránsito lamentablemente”, indicó Golfarb sin completar la frase. Hace tres años, en la intersección de las rutas 18 y la 14 –al igual que en el túnel subfluvial y en Brazo Largo-Gendarmería frenaba los camiones y los Bomberos les solicitaban la guía. “Algunos se negaba a darla y seguían viaje”, dijo. “Legalmente no tenemos herramientas como para decir: ‘vamos a sacarlo de circulación’ o ‘vamos a multar’”.
Hace poco tiempo. Bomberos Voluntarios debieron trasladarse hasta el km. 249 de la ruta 14 e intervenir ante el derrame de un camión que llevaba a Brasil sustancias químicas para fabricar cubiertas y traía una identificación incorrecta. “Se vino a Concordia, era de madrugada, se consiguió hacer un tapón y se lo taponó”, expresó Golfarb. Seis horas más tarde aparecido gente vinculada a la empresa propietaria del camión para solucionar el problema.
Nadie puede abrir un camión
El Escuadrón Nº 4 de Gendarmería tiene jurisdicción sobre la ruta nacional Nº 14. En consecuencia, son los encargados de controlar la carga que transportan los camiones que circulan por el corredor vial. Según explicaron tienen potestad para exigir que los transportistas tengan señalizada su carga de acuerdo a las especificaciones establecidas. “Nosotros le pedimos la guía y en base a lo que lleven miramos si tienen toda la señalización que corresponde”, explicó de manera informal una de las autoridades del Escuadrón. No obstante, aclaró que no pueden abrir ningún contenedor o tanque para verificar si es correcto lo que figura en la carta de transporte. “Eso sólo lo puede hacer la CNRT (Comisión Nacional Reguladora del Transporte)”, indicó.
El Régimen de Régimen de Desechos Peligrosos fue establecido por la Ley 24.051 del Poder Ejecutivo Nacional sancionada el 17 de diciembre de 1991. Allí se establece que el transportista deberá cumplimentar, entre otros, los siguientes requisitos:
a) Portar en la unidad durante el transporte de residuos peligrosos un manual de procedimientos así como materiales y equipamiento adecuados a fin de neutralizar o confinar inicialmente una eventual liberación de residuos;
b) Incluir a la unidad de transporte en un sistema de comunicación por radiofrecuencia;
c) Habilitar un registro de accidentes foliado, que permanecerá en la unidad transportadora, y en el que se asentarán los accidentes acaecidos durante el transporte;
d) Identificar en forma clara y visible al vehículo y a la carga, de conformidad con las normas nacionales vigentes al efecto y las internacionales a que adhiera la República Argentina;
e) Disponer, para el caso de transporte por agua, de contenedores que posean flotabilidad positiva aun con carga completa, y sean independientes respecto de la unidad transportadora.
En el art. 29 se explicitan las prohibiciones para el transportista:
a) Mezclar residuos peligrosos con residuos o sustancias no peligrosas, o residuos peligrosos incompatibles entre sí;
b) Almacenar residuos peligrosos por un período mayor de diez (10) días;
c) Transportar, transferir o entregar residuos peligrosos cuyo embalaje o envase sea deficiente;
d) Aceptar residuos cuya recepción no esté asegurada por una planta de tratamiento y/o disposición final;
e) Transportar simultáneamente residuos peligrosos incompatibles en una misma unidad de transporte.
Además, en el art. 30º se establece que en las provincias “podrán trazarse rutas de circulación y áreas de transferencia dentro de sus respectivas jurisdicciones, las que serán habilitadas al transporte de residuos peligrosos. Asimismo las jurisdicciones colindantes podrán acordar las rutas a seguir por este tipo de vehículos, lo que se comunicará al organismo competente a fin de confeccionar cartas viales y la señalización para el transporte de residuos peligrosos.
“De bomberos ni se acuerdan”
Carlos Russo Lanner, presidente de la comisión de amigos de Bomberos Zapadores, señaló que “lamentablemente no tenemos todo el material mecánico que tendríamos que tener en Concordia”. En primer lugar señaló que se necesitan dos autobombas de última generación, un camión cisterna y una ambulancia. El móvil sanitario se lo requiere para traslados rápidos “con todos los elementos acordes a las necesidades actuales teniendo en cuenta los accidentes que se producen día en la ciudad y en la ruta debido a la forma de manejar y a la velocidad de los vehículos”. Incluyó en la lista a una escalera mecánica para socorrer incendios de edificios en altura.
La Asociación de Amigos se fundó en 1999. El criterio que guió su creación fue apoyar al personal. “Cuando nos hicimos cargo, para poder socorrer al ciudadano en el caso de un incendio se tenía que mojar primeramente para poder entrar porque no tenía los elementos mínimos necesarios”, dijo el presidente. Desde ese momento, comenzaron a recolectar fondos. “Con la ayuda de la gente de aquellos que nos donan $ 4 o $ 5 todos los meses para juntar y poder comprar los elementos que hoy tienen que son cascos, casacas, pantalones, guantes, equipos de respiración autónoma, el compresor que se compró para ellos”, indicó Russo Lanner.
En la actualidad, Bomberos cuenta con un autobomba que fue armado por la Asociación: “con cosas que hemos ido comprando y nos han dado”. También tienen un camión cisterna a disposición. No obstante, Russo Lanner señaló que “es imposible dar soluciones en forma completa teniendo en cuenta que hay que prevenir lo que puede suceder en la ciudad”. Además, un cisterna en realidad funciona como abastecedor del autobomba. “El autobomba es un elemento mecánico que viene preparado justamente como de alta presión”, explicó. “Por eso digo que necesitamos urgente dos autobombas”, añadió.
Cada autobomba vale cerca de $ 350.000. “Nosotros estamos juntando peso a peso pero imaginese juntar $ 350.000 con donaciones de $ 4 o 5 siendo que tenemos que comprar elementos para el personal”, se sinceró el titular de la Asociación. Russo Lanner se quejó porque las necesidades del cuartel pasan desapercibida para las autoridades. “De bomberos se acuerdan cuando tienen un siniestro o un accidente. Sino ni se acuerdan. Esa es la triste realidad”, indicó.
Entre los numerosos vehículos que están dentro del taller, se puede mencionar un autobomba Puma que se encuentra en reparación. Además hay otros tres o cuatro vehículos. Los materiales de bomberos zapadores son de 1965 y el más nuevo del año 1978. “Son vehículos con más de 40 y pico de años. Con el tratamiento que se le da a este vehículo es imposible que puedan durar tanto. Se repara algo y se rompe otra cosa. No se puede mantener con el mantenimiento que uno le hace normalmente a un vehículo. En invierno cuando uno va a salir y hace un precalentamiento. Esto se pone en marcha haga 0 o 40 º de temperatura”, expresó el titular de la Asociación.
Por último, el titular de la Asociación señaló que los bomberos tienen los elementos para trabajar los elementos químicos-tóxicos. “Lo mismo que en el caso de explosivos. Están capacitados, por eso se llaman zapadores”, explicó.
Curso de capacitación
El fin de semana pasado vinieron ocho instructores de Buenos Aires acompañados por una “eminencia” en cuestiones sobre sustancias químicas y explosivos, el comisario inspector retirado de la Policía Bonaerense, Néstor Carpinacci. Las clases teóricas se extendieron de jueves a sábado mientras que el domingo se llevó a cabo un simulacro del que participaron todas las fuerzas de seguridad, personal del hospital Masvernat, Tránsito, Defensa Civil y Caminos del Ríos Uruguay.
“Fue para darle un panorama de lo que no se debe hacer, como se debe proceder ante algún derrame de algún camión cisterna o de otro camión; con que precaución se debe de ir”, expresó el Jefe de Bomberos. Los instructores quedaron comprometidos en regresar para dictar un curso de rescate con sogas.