Antecedentes
En 2013, el ex concejal del FEF, Alberto Zadoyko, fue autor de un proyecto similar argumentando que la medida ayudaría a evitar una mayor deserción escolar y las continuas subas en el transporte urbano de la capital del citrus. Bajo la búsqueda de herramientas para el acceso de los distintos niveles educativos a la educación pública y gratuita, el ex concejal por el Frente Entrerriano Federal presentó el proyecto de ordenanza promoviendo el boleto educativo gratuito para alumnos de los distintos niveles educativos. El edil remarcaba en la necesidad de que se fomente y fortalezca el acceso a la educación «que muchas veces se ve condicionada por la economía de cada una de las familias», y apuntó que «los continuos aumentos de colectivos perjudican sobre todo al pasajero y esto es muy preocupante, más que nada por la deserción escolar que hoy existe», por eso es que dijo que «si se quiere aportar a la educación tenemos que empezar a atender a estas cuestiones».
En 2019, el entonces precandidato a intendente de Concordia y diputado provincial, Alejandro Bahler, expresaba que una de sus prioridades en caso de asumir el mandato será promover en el Concejo Deliberante la aprobación de un proyecto que establezca la gratuidad del pasaje para estudiantes del nivel primario, secundario, terciario y universitario.
Hace pocos días, el 20 de marzo, el senador provincial, Roque Ferrari (Victoria-Cambiemos), presentó un proyecto de ley para que se cree un régimen especial de boleto estudiantil gratuito y que los docentes sólo paguen el 50 por ciento de su valor. La propuesta legislativa es que el boleto estudiantil, cubra tanto los servicios urbanos, suburbanos como también los de corta, media y larga distancia. En los fundamentos, Ferrari, indicó que su proyecto se basa, “fundamentalmente, en el principio constitucional de garantizar el acceso a la educación, considerando ello, como una herramienta fundamental para el desarrollo de nuestra sociedad”.
Falta de financiamiento
Daniel La Palma, integrante de la Cámara de Transporte Urbano de Pasajeros de Concordia en representación de la Línea 2, explicó esta mañana que la municipalidad ya ha presentado varias veces proyectos de ese tipo y los ha consultado. “Han conversado pero siempre han dado marcha atrás”, remarcó.
Puntualmente, en el año 2015 o 2016, sacaron cuentas de lo que costaba transportar a todo el estudiantado. “Simplemente faltaba quien podía cubrir el costo: nunca apareció una persona que lo pudiese cubrir”, indicó.
En números concretos, La Palma explicó que un boleto estudiantil secundario cuesta $ 32,40. En los 29 días de marzo (falta contabilizar 30 y 31) levantaron 9.380 estudiantes en la Línea 2. Esa cantidad se multiplica por las 10 líneas y el total es un aproximado. En total, 90.000 estudiantes por mes a $ 34 el pasaje: $ 3 millones.
No obstante, La Palma aseguro que ese no es el universo real de pasajeros estudiantiles. El volumen que transportan ahora “es bastante menor a lo que era antes de la Sube”, indicó. El martes 28 pasado transportaron soplo 815 estudiantes secundarios. “Antes un día bueno para la línea 2 eran 1.800 o 2.000. Hubo días que se llegó a trasportar 2.300 o 2.500”, recordó.
Muchos estudiantes prefieren utilizar hoy una tarjeta de tarifa social de algún pariente antes que ir a hacer el trámite para obtener el carnet en las oficinas de la SUBE. Una tarifa social cuesta $ 38,25. En consecuencia, muchos estudiantes viajan con esa modalidad porque es ilimitada en cuanto a la cantidad de viajes que pueden hacer.
Si se contabilizase esa cantidad de pasajeros que viaja con otra modalidad, el costo de subsidiar el transporte de los estudiantes se multiplicaría por dos o tres. “Si tenes 800 pasajeros por día. Si lo pones gratuito pasas a 2.000 pasajeros por día. Duplicas o triplicas la cantidad”, remarcó.
El ejemplo concreto para hacer ese cálculo es la cantidad de chicos que ven a diario que prefieren caminar. En ese sentido, citó lo que sucede en la escuela Borges. Muchos chicos toman el colectivo en Tavella y Ruta 4. Pero a la vuelta caminan desde la escuela ubicada en Salto uruguayo y Lamadrid hasta el lugar donde suben al micro. “En una hora pico, 20 chicos suben y 20 se van caminando, pero si ese pasajero sabe que el gratuito el boleto, sube. Ahí nomás se te duplico la carga”, indicó.
De hecho, La Palma dijo que ya ha sucedido en ciudades donde se ha implementado. En números sencillos, la Línea 2 pasaría de 9.000 estudiantes transportados por mes a 30.000 boletos vendidos por mes. Proyectado al resto de las empresas, serían 300.000 pasajes secundarias por mes. Esa cantidad, multiplicada por $ 34, da como resultado más de $ 10 millones por mes. “¿Podrá el Consejo General de Educación o la municipalidad poner ese dinero?
Además, con la SUBE, las empresas de transporte no pueden inflar los números ya que esta todo registrado en forma electrónica. “Hoy están las condiciones dadas para hacerlo técnicamente, no sé si financieramente”, dijo.
“Estaría buenísimo si alguien lo paga, pero va a ser necesario colocar más colectivos en servicio”, dijo. La Palma indicó que una de las propuestas realizadas contemplaba la posibilidad de un monto fijo a pagar por mes. No obstante, vaticinó que esa suma no va alcanzar en función de lo explicado anteriormente. “Tenes que ponerlo flotante en función de la cantidad de pasajeros que trasportas”, dijo. “Ya pasó y está pasando en la ciudad de Paraná porque quieren seguir con importes fijos y los colectivos se desbordan de chicos. Cuando se desborda tenes que poner más colectivos, más combustible, más personal y el ingreso es el mismo y eso no se pueden, es insostenible. Si hay más colectivos en la calle, tiene que haber más ingresos. Si no, no sirve”, añadió.
Informe: Guillermo Coduri