Durante el encuentro, que se extendió por más de dos horas, tanto Bibiloni como Ruíz Cerrutti, aclararon que los episodios de mal olor del 26 de enero pasado, las características del fenómeno algal y las manchas blancas del 4 de febrero y las explosiones ocurridas en la planta de Botnia formarán parte de la argumentación argentina en las audiencias orales ante el Tribunal en La Haya que se llevarán a cabo en el mes de septiembre de 2009.
“Los informes técnicos elaborados a partir de las muestras tomadas en dichos momentos no puede hacerse pública porque iría en contra de la estrategia legal que estipula secreto de sumario hasta octubre próximo pero en esta recta final hay que ser reservados”, precisó Raffo.
Además, Bibiloni presentó a los nuevos coordinadores del Plan de Vigilancia Ambiental y la metodología de trabajo. Se decidió que habrá una persona encargada de coordinar los distintos grupos de estudios y de enviar los equipos técnicos cuando sea necesario. También se nombró un vocero mediático que oficiará de coordinador de medios.
Estuvieron presentes también autoridades de la Cancillería y de la delegación argentina ante la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) presidida por Hernán Orduna; y el intendente de Gualeguaychú, Juan José Bahillo.
