Biaggini consiguió que alguien justifique la vergüenza de nombrar ‘jueces y fiscales a dedo’

JUSTIFICAN PONER JUECES Y FISCALES A DEDO

Lo dicen así : “las críticas dirigidas al Consejo de la Magistratura que señalan supuestas ineficiencias y demoras suenan ridículas si se tiene en cuenta el presupuesto del órgano con relación a los cientos de concursos que debe realizar, señala la Asamblea de la Sociedad Civil”, en rigor, quienes representan al CEER.

Y para explicarse un poquito mejor agregan, “lo que le falta al Consejo de la Magistratura de Entre Ríos son recursos económicos”.

Veamos, ¿suena ridículo criticar que el 80 % de jueces y fiscales están puestos a dedo?

Cualquiera diría que lo que suena ridículo es salir a defender esa situación.

Pero además, los amigos d Biaggini, los que lo disculpan por falta de recursos, saben que el que debe darle esos recursos es el gobernador, o sea, que si no hay recursos es porque Bordet no los proporciona. Así al menos se desprende del texto.

Así lo dicen : “La Asamblea de la Sociedad Civil considera que es un orgullo integrar el Consejo de la Magistratura, un organismo que fue creado para frenar los intentos autoritarios de nombrar jueces en forma masiva, algo que la sociedad entrerriana no podía permitir ni tolerar y continúan “ha logrado su propósito, a pesar de la evidente falta de recursos económicos que condiciona su normal funcionamiento”.

 

EL VALOR DEL CONSEJO DE LA MAGISTRATURA

Entre tantas afirmaciones dicen una verdad y es esta : “Desde su creación, hace 17 años, (Consejo de la Magistratura) garantiza que los magistrados seleccionados por concurso público sean probos y tengan el nivel técnico y la dimensión ética exigibles a uno de los poderes centrales para la convivencia democrática”.

Justamente, con las críticas que pueden hacerse a la selección, es lo mejor que pudo haberle pasado a esta provincia. Los Concursos llegaron como bocanada de aire fresco en una sociedad que reclamaba cambios urgentes en esa justicia amañada, que era mucho peor que lo que tenemos hoy, aunque para buena parte de la sociedad falte mucho aún.

Aquella justicia, era la justicia de la dictadura, la justicia del bustismo-menemismo, aquella que defendía a políticos chorros y a policías que mataban a golpes a pibes con caras de expediente.

Los Concursos, entre otras buenas cosas de la democracia, no es la panacea pero vino a poner un poco más de razonabilidad y certeza a un poder tan poderoso.

Aquí en Concordia, recordémoslo, nombraban en tiempos de democracia, fiscales, jueces o secretarios, a personajes que habían participado de la Dictadura militar, que formaron parte de sus cuadros y que, encima ocupaban cargos para los que no estaban capacitados.

Fiscales que les pedían a colegas más preparados que les armaran los escritos, porque no sabían ni escribir, ni hablar y, sin embargo, decidían sobre nuestros patrimonios y libertades.

Así de brutal eran las cosas hace 17 o 20 o 30 años atrás y de allí que los Concursos fueron bocanada de aire fresco. Pero eso ya fue.

Si los Concursos no se hacen, en la práctica, volvemos a la misma situación ¿Quiénes son los que recalan en esos puestos de privilegio? ¿quién los pone en esos lugares, con que criterios, a quienes responden luego esos funcionarios de la justicia?

Finaliza un año difícil, son tiempos difíciles, sin embargo muchos sectores de la sociedad quiere vivir en un país y en una provincia y ciudad mejor, por eso, en esta etapa, el país, la provincia, todos, necesitamos más que nunca gente comprometida, los funcionarios que no funcionan deben buscarse otro trabajo, como dijo Cristina

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